La policía de Canadá esperaba lo peor. Los guardaparques de las cataratas del Niágara les alertaron este martes a la madrugada que un hombre "en crisis" se había lanzado por el salto más grande, conocido como Horseshoe Falls, después de haberse trepado por el muro de contención que rodean la zona peligrosa. A pesar de que los oficiales lo daban por muerto, a las pocas horas lo encontraron vivo.
// Se distrajo con el celular y cayó al agua desde una pasarela de las Cataratas del Iguazú
Según reconstruyeron los medios locales, el joven había sido arrastrado por la enorme de cascada de más de 60 metros de alto. Sin embargo, cuando los agentes recorrieron la parte baja del río, se sorprendieron: estaba sentado en una de las rocas, con heridas leves.
De manera inmediata, el hombre -del cual no trascendió su identidad- fue trasladado a un hospital para recibir atención médica. Las autoridades se negaron a dar más información sobre él. Solo se limitaron a confirmar que estaba fuera de peligro.
"Es un tipo muy afortunado. No mucha gente lo hace y sobrevive", remarcó Andy Essor, residente de Ontario, al sitio Buffalo News. "Definitivamente tiene a Dios en el bolsillo", agregó.
El personal de las cataratas destacó que este tipo de incidentes suelen tener, en su mayoría, finales trágicos. Los porcentajes de personas que sobrevivieron a la caída del Niágara son muy bajos, ya sea por accidente o adrede: se estima que 25 personas se suicidan por año en estos saltos.
A raíz de este caso, el alcalde Jim Diodati, explicó que el hombre se pudo haber salvado gracias a los altos niveles de agua en el río. "Sé de primera mano que están entre los más altos de todos los tiempos. Cuando el lago Eric es más alto y fluye con más fuerza hacia el lago Ontario, hay una mejor oportunidad de perderse en las enormes rocas bajo las cataratas", sostuvo.
En ese sentido, el funcionario local detalló que esta es la única forma en que una persona puede sobrevivir a una caía de este tipo. "Espero que este individuo lo vea como una bendición", concluyó.
