España inicia hoy los preparativos para la sucesión del rey Juan Carlos I por su hijo, que reinará como Felipe VI, después de que el monarca renunciara el lunes al trono por sorpresa tras 39 años de reinado. Mariano Rajoy y su gobierno se reúnen este mediodía de manera extraordinaria para aprobar la ley orgánica que regulará la abdicación de Juan Carlos.
Con ese texto arranca un proceso sin precedentes en España que esta acompañado por protestas que exigen un referéndum para que los
españoles decidan entre monarquía y república. En la tarde-noche del lunes, miles de personas se manifestaron en las plazas principales de
medio centenar de ciudades exigiendo esa consulta.
El Congreso de los Diputados, primero, y el Senado, después, tendrán que aprobar la ley que regula la abdicación por mayoría absoluta. Hasta entonces no será efectiva la abdicación del monarca sobre el que pivotó la transición española de la dictadura a la democracia tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975.
La norma tiene una redacción sencilla y corta y va dirigida a que el Parlamento español proclame rey a Felipe lo antes posible, previsiblemente entre mediados de este mes y el próximo, según fuentes de la Casa Real.
La proclamación del nuevo rey se hará en una sesión alejada de lo fastuoso en la que estarán reunidas las dos cámaras parlamentarias en el edificio del Congreso de los Diputados.
No se espera la presencia de representantes de otras casas reales ni de otros gobiernos.
La fórmula que empleará Felipe para convertirse en monarca tiene aún que ser redactada, ya que no existe al no haber precedentes. Juan Carlos y Felipe estarán hoy juntos en un acto militar en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, el complejo real que ordenó construir el rey Felipe II en el siglo XVI a 50 kilómetros de Madrid y cuya basílica es lugar de sepultura de los reyes de España.
