El ministro francés del Interior, Claude Guéant, desmintió que el presunto asesino de Toulouse haya sido detenido, en contra de lo anunciado por algunos medios de comunicación.
Mohammed Merah, el sospechoso de haber asesinado a tiros a siete personas en Francia en nombre de Al Qaeda, sigue acorralado en su departamento por fuerzas de elite de la policía en un operativo que ya lleva 12 horas en la ciudad sudoccidental de Toulouse. Los habitantes del edificio, que durante la madrugada y buena parte de la mañana fueron obligados a permanecer en sus domicilios, fueron evacuados al mediodía.
El joven mecánico chapista de 23 años se definió como un muyahidín miembro de Al Qaeda y confesó las tres matanzas de las que se le acusa, la de un soldado en Toulouse el pasado día 11, de dos más en Montauban cuatro días más tarde y de un profesor y tres chicos de la escuela judía Ozar Hatorah, situada a tres kilómetros de su domicilio, el pasado lunes.
El ministro del Interior señaló que Merah, quien está fuertamente armado, mantuvo durante buena parte de la mañana negociaciones con los agentes que le rodean, a quienes prometió entregarse.
Guéant indicó además que durante la madrugada también fue arrestado el hermano del sospechoso, fichado por la policía por estar también en contacto con medios islamistas. En tanto, los investigadores encontraron explosivos en el auto de uno de los hermanos de Merah.
Guéant recordó que en todos los crímenes apareció un único asesino, pero no descartó que pudiera actuar en cooperación con un grupo, un asunto que habrá de ser investigado.
El presidente Nicolas Sarkozy, que en la tarde acudirá a la vecina ciudad de Montauban para partipar de un homenaje a los tres militares asesinados, visitó el lugar del operativo policial.
El presidente Nicolas Sarkozy apeló a todos los franceses a no caer en la venganza tras los atentados de Toulouse y Montauban para demostrar que "el terrorismo no fracturará a toda la comunidad nacional".
Sarkozy decidió interrumpir la campaña electoral de las presidenciales de abril-mayo próximo tras la masacre del pasado lunes, una decisión en la que fue seguido por su principal rival, el socialista François Hollande.
