La policía brasileña mató el jueves a 11 miembros de una banda de ladrones armada con fusiles y pistolas que intentó asaltar dos sucursales bancarias en Guararema, en las afueras de San Pablo.
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Según recogió Télam, fuentes policiales dijeron que en el tiroteo resultaron muertos 11 asaltantes de los 25 que se encontraban el robo comando. No hubo reportes de agentes heridos.
Los asaltos fueron reportados en la madrugada, cuando el grupo de delincuentes con armamento de guerra hizo detonar cajeros automáticos del banco do Brasil y Santander en Guararema y escapó con rehenes en las casas vecinas.
De acuerdo con las autoridades, los sospechosos ya estaban siendo controlados por el Grupo de Combate al Crimen Organizado (Gaeco), vinculado al Ministerio Público, y se sabía que tenían planificado un ataque en la región.
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"No sabíamos el lugar exacto en el que realizaría el ataque, por eso reforzamos la seguridad en esas dos ciudades", señaló el comandante de la Rota, Mario Alves da Silva, en declaraciones a la televisión Globo.
Horas después del enfrentamiento, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, salió a felicitar al cuerpo de seguridad. “Felicidades a los policías por la rápida y eficiente acción contra 25 bandidos fuertemente armados y equipados que intentaron asaltar dos bancos en la ciudad de Guararema y todavía hicieron rehén a una familia. Once bandidos murieron y ningún inocente resultó herido. ¡Buen trabajo!", dijo en Twitter.
En el discurso pronunciado durante su investidura, en enero pasado, Bolsonaro se había comprometido a combatir el crimen y honrar a "aquellos que sacrifican sus vidas en nombre de la seguridad".
El robo en cajeros automáticos mediante el uso de explosivos es común en Brasil y lo suelen hacer grupos criminales organizados.
