La primera ministra británica Theresa May sorprendió a todos los británicos al convocar elecciones legislativas anticipadas el 8 de junio, para afrontar con más fuerza las negociaciones de salida de la Unión Europea (el Brexit), en vez de agotar la actual legislatura en mayo de 2020.
"Necesitamos unas elecciones generales y las necesitamos ahora", dijo la primera ministra en la puerta de su residencia de 10, Downing Street. Para poder convocar las elecciones, May necesitará la aprobación del Parlamento pero no debería resultarle difícil ya que el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, anunció su apoyo a la propuesta.
May argumentó que la decisión, totalmente inesperada, la tomó para "garantizar el liderazgo fuerte y seguro que necesita el país" tras las divisiones provocadas por el referéndum del pasado 23 de junio, cuando los británicos votaron a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
Los conservadores cuentan con una estrecha mayoría absoluta en el Parlamento, de cinco diputados (330 de los 650), pero no están unidos en la cuestión europea, y cada votación exige dar garantías a esa minoría rebelde. Así, May justificó su decisión por la necesidad de contar con un Parlamento que respalde su estrategia en el Brexit.
"El país se está uniendo, pero Westminster no", dijo, en alusión al Parlamento. Tal división, "pone en peligro nuestras posibilidades de éxito en el Brexit", afirmó la "prime minister", que llegó al poder mediante unas primarias internas del partido conservador tras la renuncia de David Cameron.
"Nuestros oponentes creen que, como la mayoría del gobierno es pequeña, nuestra determinación flaqueará, y eso nos obligará a cambiar. Están equivocados", afirmó. El adelanto de los comicios se produce en momentos en que los "tories" de May llevan una ventaja de 17 puntos frente a los laboristas en los sondeos sobre intención de voto.
El apoyo de los laboristas, la oposición de los independentistas escoceces
"Saludo la decisión de la primera ministra de dar al pueblo británico la oportunidad de votar por un gobierno que dé prioridad a los intereses de la mayoría", explicó Corbyn en un comunicado. "El Partido Laborista ofrecerá al país una alternativa efectiva al gobierno", prometió Corbyn.
En cambio, la tercera fuerza parlamentaria, los independentistas escoceses del SNP (Partido Nacional Escocés), criticó la convocatoria. La ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, calificó la convocatoria de "enorme error de cálculo político" y acusó a May, de querer imponer de esta forma un "brexit" duro y "recortes más profundos".
Descontenta con el Brexit, Sturgeon solicitó a Londres poder organizar un nuevo referéndum de independencia, tras el de setiembre de 2014.
La Unión Europea, por su parte, afirmó que las elecciones no alteran sus planes. "Las elecciones británicas no modifican los planes de la UE a 27", indicó a la AFP Preben Aamann, portavoz del presidente del Consejo Europeo Donald Tusk, quien reiteró que el siguiente paso es la cumbre de líderes el 29 de abril para adoptar las grandes líneas de negociación del Brexit.
