Noura Hussein soñaba con estudiar y convertirse en maestra. Sin embargo, cuando tenía 16 años su familia la obligó a casarse con un hombre mayor, Abdulrahman Hamad. Este jueves fue condenada a muerte por una tribunal de Omdurman, la ciudad más grande de Sudán, acusada de apuñalar a muerte a su esposo cuando intentó violarla por segunda vez.
Según explicó la ONG Amnistía internacional, en abril de 2017, la joven, tras haber terminado sus estudios de secundaria, tuvo que mudarse a casa de su esposo. Pero cuando rechazó consumar su matrimonio, su marido llamó a dos de sus hermanos y un primo para que la ayudaran a violarla, explicó la ONG.
"El 2 de mayo de 2017, los tres hombres sujetaron a Noura Hussein mientras Abdulrahman la violaba. Al día siguiente, intentó violarla de nuevo, pero ella consiguió escaparse a la cocina, donde agarró un cuchillo. En el forcejeo que siguió, Abdulrahman murió tras haber sido acuchillado", contó la misma fuente.
Entonces la joven regresó a su casa y su padre la entregó a la policía. Está detenida en una prisión para mujeres desde mayo de 2017.
Durante el juicio, en julio de 2017, el tribunal la declaró culpable de "homicidio voluntario", ya que el Sudán, que permite el matrimonio de niños de más de 10 años, no reconoce la violación conyugal.
"Bajo el cobijo de la sharia la ley islámica), la familia del esposo podía pedir compensación económica por la muerte de su pariente.Sin embargo ellos eligieron la sentencia a muerte, que fue finalmente lo que determinó la corte", explicó a la BBC Badr Eldin Salah, un activista del Movimiento de Juventud Africano.
La joven que ahora tiene 19 años tiene ahora 15 días para apelar la sentencia. Noura "es una víctima y la pena pronunciada contra ella es de una crueldad intolerable", declaró el director regional adjunto de Amnistía Internacional, Seif Magango, en un comunicado.
"La pena de muerte es el castigo más cruel, inhumano y degradante. Aplicársela a una víctima no hace más que subrayar el fracaso de las autoridades sudanesas a la hora de reconocer la violencia que tuvo que padecer", agregó Magango.
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"Las autoridades sudanesas deben anular esta condena manifiestamente injusta y asegurarse de que Noura tenga derecho a un nuevo juicio, justo, que tenga en cuenta esas circunstancias atenuantes", exigió AI.
Tras la condena, el hashtag #JusticeforNoura (#JusticiaporNoura) se volvió viral y ua grupos de Derechos Humanos en África, Estados Unidos y Europa iniciaron campañas para revertir la condena en contra de la adolescente.
