Aunque Nicolas Sarkozy se retiró de la política tras su fracaso en las primarias de la derecha francesa en noviembre pasado, lo siguen persiguiendo escándalos de su presidencia. El ex mandatario será juzgado por presunta financiación ilegal de la campaña para las elecciones presidenciales de 2012, que perdió.
Los jueces ordenaron su procesamiento en el caso "Bygmalion", por el nombre de la agencia de comunicación con la que se realizaban facturas truchas para ocultar los sobreprecios de los actos electorales y de los viajes. De este modo, el expresidente habría superado en unos 15 millones de euros el tope permitido de gastos electorales, fijado por ley en 22,5 millones de euros
Además de Sarkozy, también serán juzgadas otras 13 personas, entre ellas altos responsables del partido y Jérome Lavrilleux, el responsable de Bygmalion que confesó los hechos , por falsificación, abuso de confianza, estafa o complicidad en financiamiento ilegal de campañas electorales.
Sarkozy será el segundo jefe de Estado que será juzgado en Francia desde 1958 tras el expresidente conservador Jacques Chirac (1995-2007), condenado en 2011 a dos años de prisión condicional en un caso de empleos ficticios en la alcaldía de París. Pero sería el primero en sentarse en el banquillo, ya que debido a su estado de salud Chirac no acudió a los tribunales.
Los abogados de Sarkozy, del opositor partido Los Republicanos, anunciaron que recurrirán la decisión del juez instructor.
Sarkozy, que ya fue multado por este caso por el Consejo Constitucional, devolvió la totalidad de los gastos de campaña gracias a una campaña de donación que lanzó entre los militantes y simpatizantes de su partido.
Esto no evitó que se abriera una investigación judicial y que fuera imputado en febrero de 2016, lo que mermó sus opciones de victoria en las primarias conservadoras, en las que llegó tercero en la primera vuelta por detrás de su ex primer ministro Francois Fillon, que acabó ganando, y Alain Juppé.
