La escritora Kate Clifford Larson revive en su nuevo libro el capítulo oculto de una de las mayores dinastías políticas de Estados Unidos. Se trata de la vida de Rosemary Kennedy, hermana del ex presidente John F. Kennedy.
Rose nació en 1918. Era la tercera de nueve hijos. Una complicación en el parto fue la causa de una discapacidad psíquica que la familia intentó disfrazar ante la opinión pública. Rose sufría continuos cambios de humor, ataques incontrolables de ira y enojo. Pese a ello, su vida social era activa, y fue presentada en sociedad con una belleza que la distinguía.
En comparación con sus hermanos, a Rose todo le costó más. Tuvo dificultades para aprender a leer y escribir, y no podía seguir el ritmo de sus hermanos. A los once años, fue enviada a una escuela para niños discapacitados. La vida de Rose transcurría entre colegios exclusivos y viajes por el mundo. Incluso fue presentada ante la Reina de Inglaterra en el Buckingham Palace, pero se trataba de esconder su discapacidad.
Las cosas se complicaron cuando la joven llegó a los 20 años. Se convirtió en una joven intratable y violenta. Sus padres Joseph y Rose Kennedy, intentaron mantenerla alejada, hasta que tomaron una decisión. A los 23 años, Rosemary Kennedy fue sometida a una lobotomía cerebral, una intervención quirúrgica que consiste en la amputación completa de un lóbulo cerebral. El tratamiento debía ser un éxito y convertirla en una mujer tan brillante como el resto del clan Kennedy.
Pero algo salió mal. Rose quedó con la edad mental de un niño de tres años, totalmente discapacitada, sin poder caminar y con incontinencia. A sus 23 años ingresó en un hospital psiquiátrico privado, donde sus padres la abandonaron. Ninguno de sus hermanos se enteró de nada hasta 1961, cuando su madre les reveló la verdad.
El libro de Larson se basa en los diarios y la correspondencia de Rose, en las cartas del colegio y de los médicos y en entrevistas exclusivas con la familia. Los padres admitieron que temían que la discapacidad de su hija destruyera la brillante carrera de sus hijos. Esta desafortunada experiencia inspiró a los Kennedy en su lucha por los derechos de los discapacitados en Estados Unidos y a ser unos de los fundadores de los Special Olympics.
Rose murió en 2005, a los 86 años. Fue la primera de los hermanos en morir por causas naturales y no de manera trágica. Hoy descansa en el cementerio de Brookline Holyhood.