En el centro y norte de Portugal más de 500 focos de fuego, de los que 100 siguen activos, causaron al menos 31 víctimas, y en Galicia un centenar de incendios, de los que 19 siguen poniendo en peligro a la población, provocaron la muerte de cuatro personas. Además de las víctimas y las hectáreas calcinadas, numerosas carreteras y autopistas fueron cortadas, y sus habitantes, evacuados.
En Galicia el incendio llegó a los alrededores de Vigo, la ciudad gallega más poblada, con cerca de 300.000 habitantes. La mayoría de los incendios han sido provocados
Varios de los incendios registrados en Portugal atravesaron la frontera y afectaron a Galicia. El fuego fue avivado por la conocida regla de los tres 30: vientos superiores a 30 kilómetros por hora, temperaturas por encima de 30 grados y humedad inferior al 30%.
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El secretario de Estado de Administración interna de Portugal dijo que los incendios fueron provocados. El presidente regional de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, declaró: "Deseamos que estos criminales paguen por lo que han hecho" y señaló que este "terrorismo incendiario" se produce cada año. En lo que va de 2017, las hectáreas quemadas en Galicia suman 150.000, una cifra nunca alcanzada desde 2007.
En Portugal se prendieron fuego entre enero y septiembre un total de 215.998 hectáreas, lo que supone un 174% más que la media de los últimos 10 años. El presidente español, Mariano Rajoy, se trasladó a Galicia, donde se reunió con los mandos del operativo contra el fuego y guardó un minuto de silencio por las víctimas.
