Como parte de la "nueva normalidad" en plena pandemia por coronavirus, Japón autorizó la reapertura de múltiples parques de diversiones bajo estrictos protocolos sanitarios. Sin embargo, una de las reglas que deben respetar los visitantes parece imposible de cumplir: les piden que se abstengan de gritar en las montañas rusas.
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A principios de julio, los parques Disneyland y DisneySea de Tokio fueron algunos de los que reabrieron sus puertas tras cuatro meses de suspensión de actividades producto de la cuarentena.
Para hacerlo, la empresa Oriental Land informó que en ambos establecimientos solo se permite el ingreso a un número limitado de personas que adquirieron sus entradas a través de Internet.
Entre las rigurosas medidas sanitarias que están obligados a cumplir se encuentran el distanciamiento social; el uso de tapabocas; y el control de la temperatura de los huéspedes.
Sin embargo, en un comunicado emitido por un grupo de operadores de parques japoneses -incluida Oriental Land-, se requirió además que los parques les pidan a los visitantes que "se abstengan de vocalizar en voz alta" en las montañas rusas y otras atracciones.
Otros de los parques de diversiones que les prohíben gritar a los visitantes es el Fuji-Q Highland, ubicado en las cercanías de Tokio, que volvió a la actividad en junio.
"Griten dentro de su corazón", pide el establecimiento a los pasajeros que suben a las montañas rusas. De esta forma, argumentan que se minimiza la dispersión de las gotas transmisoras del virus.
Según datos de la agencia AFP, anualmente más de 30 millones de visitantes inundan los parques Disneyland y DisneySea cada año, y se encuentran entre los destinos más populares para los turistas que visitan Tokio.
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