Cuando uno visita Berlín, es casi imposible no verla. Con sus 368 metros, la Torre de Televisión es el edificio público más alto de Europa. El mirador está a 203,78 metros del suelo.
La torre, que cumplió 50 años el mes pasado (fue inaugurada el 3 de octubre de 1969, poco antes del aniversario de la República Democrática Alemana) fue pensada como una muestra de la potencia soviética en la disputa tecnológica que el Este mantenía con el Occidente capitalista.
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La torre y la "revancha del Papa"
Su diseño futurista quería marcar que en el país comunista se estaba creando un mundo mejor. Pero para sorpresa del gobierno comunista, cada vez que el sol se refleja en la cúpula de acero inoxidable, se forma el dibujo de una cruz. Los Wessis o berlineses de la parte occidental llamaron en broma a este fenómeno "Rache des Papstes" o "La revancha del Papa" sobre el ateísmo socialista.
En la torre, a 204 metros de altura, hay un mirador que ofrece impactantes vistas en 360° a la enorme capital alemana y permite apreciar su variedad arquitectural, desde los rascacielos de la Potsdamer Platz, hasta los edificios antiguos o los emblemáticos Platenbau, los monoblocks de la RDA.