Murió el estudiante Otto Warmbier, repatriado a los Estados Unidos en coma y con graves lesiones cerebrales luego de su detención en Corea del Norte. "Es nuestro triste deber anunciar que nuestro hijo Otto Warmbier, terminó su viaje en la Tierra. Rodeado de su familia que lo ama, Otto falleció hoy en Cincinnati (Ohio)", escribió su familia.
El joven de 22 años que había sido detenido en enero de 2016 podía abrir los ojos y parpadear, pero no había indicios de que entendiera el lenguaje o responda a consignas.
"Queremos agradecer a los maravillosos profesionales del Medical Center de la Universidad de Cincinnati, que hicieron todo lo que pudieron por Otto. Desafortunadamente, la horrible y tortuosa falta de cuidado recibida por nuestro hijo por parte de los norcoreanos nos confirmaron que no había otro resultado posible que el que experimentamos hoy", indicó.
Médicos norcoreanos presentaron copias de scaneos cerebrales de Warmbier de abril de 2016 que se ajustarían al hecho de que estuvo en coma por más de un año. Corea del Norte sostuvo que lo liberó por "razones humanitarias", sin dar datos específicos de la situación.
Warmbier fue detenido el 2 de enero del año pasado cuando supuestamente intentaba robar un cartel propagandístico en un hotel. La cúpula comunista lo acusó de delitos contra el Estado, por los que fue condenado a 15 años en un campo de trabajos forzados, tras un juicio de una hora en marzo del año pasado.
El martes fue liberado por Pyongyang y trasladado a Estados Unidos en estado de coma, tras intensos esfuerzos diplomáticos del secretario de Estado Rex Tillerson y el Ministerio de Exteriores sueco, que representa los intereses estadounidenses en Corea del Norte.
La reacción de Trump tras la muerte de Otto
Momentos después de conocerse la noticia de la muerte de Warmbier, Trump criticó a Corea del Norte y calificó al país como "un régimen brutal". "Sucedieron cosas malas pero al final volvió a casa con sus padres", dijo el mandatario durante un evento en la Casa Blanca. El magnate envió sus "profundas condolencias" a la familia del joven y dijo que no hay nada más trágico para un padre que perder a un hijo en los primeros tiempos de su vida.
"El destino de Otto profundiza la determinación de mi administración para evitar tragedias como esta, ocurridas a personas inocentes a manos de regímenes que no respetan las reglas del derecho y de la decencia humana más básica", advirtió.
"Estados Unidos una vez más condena la brutalidad del régimen de Corea del Norte al llorar a su última víctima", señaló.
