Víctimas de abuso sexual del sacerdote chileno Fernando Karadima repudiaron la defensa del Papa al obispo Juan Barros, al que acusan de encubrir esos hechos. "Lo que dijo Francisco es ofensivo y doloroso, revela un rostro suyo desconocido", aseguraron. Antes, el Pontífice había respaldado al sacerdote y afirmó: "No hay una sola prueba en contra, todo es calumnia".
Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo leyeron un comunicado en conferencia de prensa y consideraron que lo que dijo el Papa sobre su lucha "es inaceptable". "Nos acusó de faltar a la verdad y de decir calumnias. Es inaceptable para todos los que luchan por crear contextos menos abusivos en lugares como la Iglesia Católica. No aceptamos amedrantamientos de nadie, por más poderoso que sea", concluyeron.
Este jueves Francisco defendió al obispo de Osorno, Juan Barros, al que las víctimas acusan de encubrir abusos sexuales a menores de edad. Cuando le preguntaron por el caso en el aeropuerto de Iquique, el Pontífice manifestó: "El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, ahí voy a hablar. No hay una sola prueba en su contra, todo es calumnia".
Barros tiene 61 años y está señalado por haber supuestamente encubierto a Karadima, al que el Vaticano declaró culpable de abusos sexuales a menores y lo condenó a un retiro de por vida de sus funciones.
Las víctimas de Karadima que dieron la conferencia aseguraron que Barros presenció los abusos en su contra y dijeron que ignoraba o rompía las denuncias que intentaban hacerle llegar al fallecido cardenal Juan Francisco Fresno, mientras era su secretario.
El obispo Barros estuvo presente en las tres misas que el Papa dio durante su visita a Chile en las ciudades de Santiago, Temuco e Iquique.
En su primer actividad pública de la gira en la casa de gobierno, Francisco había pedido el martes perdón por "el daño irreparable" causado a menores por miembros de la Iglesia en Chile y aseguró que sentía "dolor y vergüenza".
