Los niveles de violencia escalaron nuevamente este sábado en Quito, Ecuador, cuando un grupo de manifestantes indígenas intentó tomar la Asamblea Nacional. Ante esta situación, las fuerzas de seguridad dieron inicio a un operativo de defensa en el que utilizaron bombas de gas lacrimógeno, balas de goma y mangueras de agua a presión.
Todo comenzó cuando los protestantes comenzaron a desplazarse por una de las principales vías que conducen hacia el Congreso. Fue entonces cuando efectivos de la Policía iniciaron las maniobras disuasorias y lograron hace retroceder a la multitud.
Los enfrentamientos cuerpo a cuerpo entre las fuerzas de seguridad y los indígenas se trasladaron rápidamente a las calles aledañas, en un intento de las fuerzas de seguridad por dispersar a las cientos de personas que reclamaron de manera violenta por la anulación del impuesto a los combustibles.
Las cámaras de TN fueron testigos de algunas de las escenas que se vivieron en las calles de Quito, donde carros de asalto del Ejército y efectivos de las Fuerzas Armadas recibieron piedras, bombas molotov e insultos por parte de manifestantes y vecinos. "Lárguense cerdos asesinos", les gritó una mujer desde una de las casas.
A pesar de que los indígenas no pudieron ingresar a la Asamblea Nacional, la Policía no logró evitar que accedieran a la sede de la Contraloría del Estado, donde causaron graves daños a las instalaciones y quemaron documentos.
