La población de Japón caerá un 32,3 por ciento para el año 2060, cuando contará con 86,7 millones de habitantes de los que casi el 40 por ciento tendrá más de 65 años, según un informe publicado por el Ministerio nipón de Sanidad.
El estudio, que realiza cada cinco años el Instituto Nacional de Población y Seguridad Social japonés, prevé que el descenso de la natalidad y el incremento de los ancianos sea la tendencia dominante en los próximos 50 años, lo que augura serias dificultades para el sistema de seguridad social del archipiélago.
Para 2060, según el Instituto, la esperanza de vida podría ascender en Japón a 90,93 años para las mujeres y a 84,19 años para los hombres, por encima de los 85,93 años para las mujeres y 79,27 para los varones en la actualidad.
El país asiático es el de mayor esperanza de vida del mundo y uno de los que más ancianos alberga en relación a su población, con 29,8 millones de japoneses (el 23,3 por ciento del total) mayores de 65 años, según datos oficiales.
En 2010 la tasa de fecundidad (que mide el número estimado de hijos por mujer durante su edad reproductiva) se situó en el 1,39 por ciento, y según el informe se prevé que siga cayendo hasta el 1,33 por ciento en 2024, aunque subiría ligeramente hasta el 1,35 por ciento en 2060.
El envejecimiento de la población hizo que en 2011 el consumo del mercado de los mayores de 65 años generase más de 100 billones de yenes (más de 986.000 millones de euros), lo que representó cerca del 44 por ciento del total del consumo de Japón, según un informe de la aseguradora Daiichi. Este fenómeno obliga muchas empresas niponas a adaptar sus productos y negocios para este segmento de la población, que en general cuenta con un importante poder adquisitivo, y dio pie al desarrollo de nuevas industrias, como la de los robots de asistencia.