Los turistas que paseaban por la avenida Ocean Drive, en Miami Beach, se detenían en la que fue la casa de Gianni Versace para fotografiar los escalones de la entrada, en donde el diseñador italiano fue asesinado en 1997. La excentricidad del edificio, con estilo mediterráneo, llama la atención de cualquier visitante. Pero ahora, se podrá acceder como un huésped oficial: lo convirtieron en un hotel boutique exclusivo.
The Villa Casa Casuarina es un símbolo de lujo. Construida en 1930 por el arquitecto Alden Freeman, en 1992 fue comprada por el modista por tres millones de dólares. Pero el empresario de la moda quería llevar su arquitectura a otro nivel e invirtió de inmediato 32 más para renovarlo. Así, le agregó: un ala sur, la piscina y un jardín más frondoso. Aunque la principal reforma fue convertir los 24 departamentos del plano original, en diez suites enormes.
Después de su muerte, su hermana Donatella decidió vender la propiedad a un magnate de telecomunicaciones, el reconocido Peter Loftin. El precio no fue del todo modesto: 19 millones de dólares. Pero tras el paso de los años, la casa quedó en manos de la familia Nakash, dueña de Victor Hotels, cuando la compraron en una subasta por 41,5 millones de dólares.
Desde entonces, la idea de convertir esta mansión en un hotel exclusivo estuvo en el aire. Y hoy ya es realidad. Las diez habitaciones personalizadas están disponibles para aquellos huéspedes que buscan camas extra grandes, baños de mármol italiano, vestuarios amplios y balcones ostentosos con vista al mar.
Una publicación compartida por Virginia (@vir_indeed) el
Los detalles en cada uno de sus rincones son otro de los puntos que la distinguen. Por ejemplo, Versace había ordenado que en la piscina colocaran azulejos de oro de 24 quilates.
Los precios por noche rondan entre los 750 dólares hasta los 1600. En caso de reservar por más de un día, ofrecen el pase gratuito de recorrer Miami de forma gratuita, para ahorrar en restaurantes, locales y tours.
La historia de este edificio siempre estuvo ligada a la presencia de grandes celebridades. El diseñador organizaba fiestas privadas, en donde asistían figuras como Madonna, Liz Taylor, Tom Cruise y Elton John. De hecho, al ser grandes amigos del exdueño de casa, varias habitaciones fueron diseñadas para complacer también sus preferencias.
