Julio Iglesias decidió plantarse ante Donald Trump. Los comentarios xenófobos del magnate estadounidense llevaron a Julio a anunciar que no cantará más en ninguno de los casinos de Trump. No es el primer artista que le dio la espalda al candidato republicano, quien ya acumula una legión considerable de empresas y personalidades que se oponen a su candidatura de forma abierta.
Iglesias, de 72 años, reside desde hace décadas en la ciudad de Miami. En una entrevista para un diario español, el cantanto tildó de “payaso” a Trump, quien convirtió a la inmigración en el eje de su campaña para ser el líder del Partido Republicano en las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos.
“Canté muchas veces en sus casinos, pero no volveré a hacerlo. Me parece un gilipollas. Cree que puede arreglar el mundo olvidando lo que los inmigrantes han hecho por su país. ¡Es un payaso!, y perdón por los payasos", afirmó Iglesias. Entre otras propuestas, Trump defendió la expulsión de los 11 millones de inmigrantes sin papeles que hay en Estados Unidos y la construcción de un enorme muro con México. Precisamente, Julio Iglesias presentó hace dos semanas en este país su último álbum, un homenaje a los grandes compositores mexicanos.
El cantante nacido en Madrid aseguró que se encontró tres o cuatro veces con Donald Trump en su vida. “Su posición no es la correcta”, dijo Iglesias, que quiso zanjar cualquier duda acerca de si su intervención en la controversia política está relacionada con la promoción de su nuevo disco. Julio no sorteó una polémica sobre la que ya se pronunciaron otros artistas latinos, como Ricky Martin, Shakira o Gloria Estefan; cocineros como el español José Andrés, que renunció al restaurante que tenía previsto abrir en un hotel de Trump; o empresas como Univisión o Macy's, que rompieron su relación con el multimillonario.
Las previsiones apuntan que 16 millones de hispanos votarán en las próximas elecciones estadounidenses de 2016. Un caudal de votos muy importante, más si se tiene en cuenta que Barack Obama ganó las elecciones de 2012 por un margen de cinco millones de papeletas.
