Juntos y en uniforme militar: así comparecieron en medio de una gran expectación el rey Juan Carlos de España y el aún príncipe Felipe en un acto castrense, la primera vez que coincidieron en público tras presentar el monarca el lunes su renuncia al trono en favor de su hijo.
Fue en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, el complejo real que ordenó construir el rey Felipe II en el siglo XVI a 50 kilómetros de Madrid y cuya basílica es lugar de sepultura de los reyes de España.
"¡Viva el rey!", se escuchó gritar en algunos momentos cuando padre e hijo llegaron al lugar. El rey, de 76 años, vestía el uniforme de capitán general del Ejército de Tierra; el príncipe, de 46, el de teniente coronel.
Cuando Felipe sea proclamado rey, previsiblemente aún este mes, asumirá el mando supremo de los Ejércitos, que perderá su padre.
