Tres personas abrieron fuego contra los trabajadores que se encontraban en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Libia en Trípoli. Los hombres de seguridad abatieron a uno, pero tardíamente: los otros dos hicieron explotar la carga que llevaban pegada en sus cuerpos.
Los yihadistas mataron a tres personas e hicieron a otras once, según informó el Ministerio de Salud. Una de las víctimas fatales fue el vocero de la Fuerza de Protección de Trípoli, Abdul-Rahman Mizighwi.
El Estado Islámico (ISIS) no tardó en reconocer la autoría intelectual del ataque, según informó SITE Intelligence Group, un organismo estadounidense especializado en grupos extremistas.
El portavoz adjunto del Departamento de Estado, Robert Palladino, rechazó el atentado: "Estados Unidos condena enérgicamente este ataque terrorista. Ofrecemos nuestras sinceras condolencias a todos los libios mientras trabajan hacia un país próspero, estable y seguro".
El canciller de Libia, Mohamed Taher Siala, se encontraba en un lugar seguro, según le afirmó un empleado del ministerio a Europa Press. El Ejército de Liberación Nacional Libio, al mando del mariscal Jalifa Haftar, actúa en el este del país y se niega a reconocer al Gobierno de Unidad Nacional, de Fayez al Sarraj, establecido en Trípoli y reconocido como legítimo por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
El atentado contra el Ministerio de Relaciones Exteriores fue el tercero del año en Libia: en mayo atacaron la sede de la Alta Comisión Nacional de Elecciones y en septiembre, la Corporación Nacional de Petróleo (NOC).
