El autor del atentado supremacista del mes pasado contra dos mezquitas de Nueva Zelanda fue imputado este jueves con 50 cargos de asesinato -uno por cada víctima mortal- y otros 39 de tentativa de asesinato.
Las acusaciones contra el australiano Brenton Tarrant fueron anunciadas por la policía neozelandesa. Además, el cuerpo de seguridad aseguró que otros cargos aún están bajo consideración, pero no ofreció más detalles "debido a que el caso está en los tribunales".
Tarrant, de 28 años, comparecerá por videoconferencia el viernes desde la prisión ante el Tribunal Superior de Christchurch, ciudad de la Isla Sur neozelandesa donde cometió la masacre el pasado 15 de marzo.
El juez Cameron Mander adelantó que la sesión será "relativamente corta" porque principalmente se referirá a la representación legal de Tarrant, que en esta ocasión no estará obligado a declararse inocente o culpable de los cargos que se le imputan.
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La Fiscalía buscaría procesarlo bajo la Ley de Supresión Terrorista, introducida tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, según informó el diario New Zealand Herald, pero para ello necesitará el consentimiento de la Abogacía del Estado.
Tarrant comparecerá por segunda vez ante un juez después de que el día siguiente de la masacre fuera llevado al tribunal de distrito de Christchurch, donde fue imputado con un cargo de asesinato.
Esa vez, el acusado despidió al abogado de oficio que se le había asignado y declaró su intención de defenderse por su cuenta.
Ese letrado, Richard Peters, aseguró que Tarrant no mostró ningún tipo de arrepentimiento y que no le pareció que fuera mentalmente inestable más allá de expresar su ideario extremista que, según apuntó, el acusado podría buscar difundir utilizando el juicio como altavoz.
Tarrant se encuentra en una celda solitaria en el ala de alta seguridad de la prisión de Paremoremo, en Auckland.
Tras el ataque, Nueva Zelanda planteó una reforma de la ley de armas para evitar que se repita una nueva masacre, así como medidas contra las difusión de mensajes de odio en las redes sociales.