El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció este viernes una ley contra el “separatismo islamista” que tratará de limitar su influencia en la enseñanza, en las mezquitas, en las asociaciones o en los transportes públicos.
Macron, que pronunció un discurso muy esperado en Les Mureaux, una de las ciudades más populares del extrarradio de París, insistió en que el objetivo de esa ley que su Gobierno aprobará el próximo 9 de febrero es “atacar al separatismo islamista” sin “estigmatizar a todos los musulmanes”.
Señaló que el riesgo de esta ideología es que pretende “contravenir las reglas de la República y crear un orden paralelo”. La forma de abordar el problema es aislar ese “islamismo radical” sin concesiones, pero también sin señalar a los millones de musulmanes que viven en Francia.
El jefe del Estado reconoció que esta acción “tardará años y años” y explicó que su dispositivo legislativo vendrá a “reforzar el laicismo” y “consolidar los principios republicanos”.
Habrá cinco ejes de acción, y el primero será permitir a los prefectos (delegados del Gobierno) anular decisiones municipales en cuyo trasfondo haya razones confesionales contrarias a los valores del Estado francés, como proponer menús en los comedores escolares basados en restricciones religiosas o crear horarios en las piscinas diferentes para hombres y mujeres.
Además, la obligación de neutralidad confesional en el trabajo, que ahora se limita a los empleados públicos, se ampliará a los asalariados de empresas con concesiones en cualquier servicio público, como puede ser el transporte.
Aumentará la posibilidad de la disolución administrativa de asociaciones que se dediquen al adoctrinamiento religioso y todas aquellas que reciban dinero público deberán asumir explícitamente los principios republicanos, y en caso de incumplirlos se les obligará a devolver los fondos.
Para luchar contra el proselitismo de los niños, Macron señaló que habrá nuevas obligaciones para los padres, que no podrán eludir la escolarización.
Con ese fin, se instaurará la obligatoriedad de la instrucción a partir de los 3 años y se limitarán las clases a domicilio solo a razones médicas.
Macron también dijo que quiere estructurar la representación del Islam en Francia, en primer lugar liberándolo de las influencias extranjeras.
El último eje de acción es la “reconquista”, con políticas sociales, de los barrios marginados en los que prolifera el integrismo islámico sobre un caldo de cultivo favorable que es la pobreza y el sentimiento de discriminación.
Francia es uno de los países europeos con mayor inmigración musulmana, especialmente del norte africano.
Fuente: EFE
