El ministro francés del Interior, Claude Guéant, reconoció que no se avanzó mucho en la investigación de los cuatro asesinatos en una escuela judía en Toulouse, en el sur de Francia, pero indicó que uno de los testigos de la matanza vio que el asesino llevaba una cámara colgada del cuello.
En una entrevista a la emisora de radio Europe 1, Guéant confirmó que el asesino tenía una cámara de tipo "GoPro" que le colgaba del cuello y ajustada en el pecho con correas: "no sé si filmaba todo, pero le vieron ese aparato".
Se trata de un dispositivo "para grabar en imágenes de gran angular y luego verlas en la computadora. Esto tendería a reforzar el perfil psicológico del asesino", consideró el ministro, recordando que" todos los testigos lo describieron como alguien muy frío, muy decidido y muy cruel".
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, decidió elevar al máximo nivel el plan antiterrorista en la región de Toulouse, donde dos centenares de investigadores se dedican a la busca y captura del que algunos llaman "el asesino de la moto", el hombre que mató a tres niños y un adulto en la escuela Ozar Hatorah y al que se víncula también con los asesinatos de tres militares la semana pasada en Toulouse y en la vecina Montauban.
Según el diario Libération, los investigadores manejan sobre el perfil del asesino dos hipótesis: la primera que sea un militar de extrema derecha o un miembro de un grupúsculo neonazi y la segunda que se trate de un activista vinculado al integrismo islámico.
Los cuerpos de los cuatro muertos de la escuela, un profesor-rabino de la escuela con sus dos hijos y la hija del director del centro, todos ellos con doble nacionalidad francesa e israelí, deben ser repatriados a Israel para ser enterrados en Jerusalén, confirmó en la emisora France Info el gran rabino de Francia, Gilles Bernheim.
