Una muchedumbre invadió anoche la famosa tienda Macy’s de Nueva York. También se vieron colas en Bilbao, en España. Lo mismo ocurrió en Tesalónica, en Grecia y en Port Elizabeth, en Sudáfrica. Casi al mismo tiempo, decenas de clientes se peleaban por televisores en un negocio de San Pablo, en Brasil. El Black Friday, el día de descuentos masivos del viernes siguiente al Día de Acción de Gracias que nació en los años setenta, ya dejó de ser una tradición estadounidense y se impone cada vez más en todo el mundo.
Según la Federación Nacional del Comercio Minorista de EEUU (NRF por su sigla en inglés), 116 millones de personas irán de compras hoy y unos 164 millones de personas -uno de cada dos estadounidenses- asaltarán las tiendas entre el jueves por la noche y el lunes, cuando se celebra el Cyber Monday. Muchos aprovechan el evento y sus rebajas para comprar sus regalos de navidad o darse un gusto.
La organización realizó una encuesta a más de 7.500 personas y la mayoría (65%) encontró en "las ventajas de los descuentos" su principal razón para ir de compras, frente a un 26% que dicen hacerlo por seguir la "tradición" consumista de Acción de Gracias.
Para la temporada navideña, de noviembre a diciembre, se espera que los estadounidenses gasten hasta 720.000 millones de dólares (un 4,8% más), o 1.007 dólares de media, en regalos o decoración, pero de acuerdo a la experiencia de otros años, más de un tercio de ese presupuesto se gastará solo en este fin de semana.
"La confianza de los consumidores es más alta que nunca, el desempleo es el más bajo en décadas y están subiendo los salarios. Todo eso se refleja en los planes de compra", explicó Matthew Shay, de la NRF.
El auge de las compras a través del celular
También de acuerdo a la NRF, la preferencia por los grandes almacenes o minoristas físicos, desde el gigante Wallmart hasta la cadena Macy's, está a la par con el comercio en línea, encabezado por Amazon y en el que sigue ganando posiciones el celular como instrumento de compra, por delante de la computadora.
Y es que desde 2016, la facturación por internet en el país norteamericano no ha hecho más que crecer a un ritmo mucho más fuerte que la venta tradicional.
Durante estos cinco días festivos, en los que el "Black Friday" es la estrella, se espera un incremento generalizado de las ventas, y especialmente en las de internet, proyectadas en 23.400 millones de dólares (un 19 % más respecto al año pasado).
En Francia, el año pasado el comercio electrónico aprovechó el fenómeno. En 2017, la facturación global aumentó un 69%, según la Federación de Comercio Electrónico y de la Venta a Distancia de Francia. El portal Cdiscount, por ejemplo, realizó en un día 43 millones de euros de facturación, cinco veces más que en un día normal, un "récord histórico". En Amazon, se pidieron dos millones de artículos en un solo día (+40% respecto a 2016).
En un Brasil que apenas sale de una dura recesión, con un desplome del 7% de la economía en 2015 y 2016, el Viernes Negro atrajo a miles de personas. Esperan un aumento de las ventas del 3 % respecto del 2017 y un 15% on line. La Asociación Brasileña de Comercio Electrónico previó compras por 2.870 millones de reales (unos 10.926 millones de dólares) en unos 8,8 millones de pedidos en el país.
El fenómeno no fue exento de protestas. En España, los empleados del mayor centro logístico de Amazon hicieron una huelga este viernes para reclamar mejores salarios y condiciones de trabajo. También hubo protestas de empleados y de grupos ecologistas en Gran Bretaña y Francia.
