Por Ricardo Canaletti
• No sabíamos si la entrevista se iba a realizar. Viajamos a Colombia con un: “sí, vengan”. No sabíamos si tendríamos la nota; si, de tenerla, duraría 10 minutos o qué; no estábamos seguros. Pero Popeye se apareció en nuestro Hotel, nos semblanteó y aceptó conversar.
• Nunca conocimos su casa. La entrevista se realizó en su auto, pues él manejaba; en la Comuna, es decir una zona pobre de Medellín; en el barrio Pablo Escobar; en el cementerio donde esta la tumba de Escobar, y en el hotel.
• Desde que llegamos a la Comuna estuvimos “custodiados” por dos sicarios que iban en una moto.
• Me pareció que a Popeye le gusta hablar de sus habilidades, es decir de matar, que es lo que sabe hacer.
• No puedo afirmar que Popeye esta “retirado”, aunque él lo afirma.
• Se convirtió en testigo de la Procuración de Colombia en crímenes del Cartel de Medellín aún abiertos, como el asesinato de un candidato a la presidencia, Carlos Galán Sarmiento o el atentado contra un avión de Avianca donde murieron 110 personas, en la década de los ´80.
• Popeye involucró en el narcotráfico de aquellos años a Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, a Fidel Castro y hasta al premio Nobel de Literatura Gabriel Garcìa Marquez.
• Popeye fue condenado por 250 crímenes y colaboración en otros 3000. Lo reconoce, pero cuando le dije “bandido” fue cuando se mostró muy molesto.
• Por encargo de Escobar mató a Wendy Chavarriaga Gil, su pareja, porque El Patrón sabía que ella pasaba información a la Policía. Popeye preparó una trampa para la mujer en un restaurante. No se atrevió a matarla personalmente porque la quería y mandó a dos de sus hombres, que la liquidaron.
• Aseguró que el cartel realizaba actos de narcoterrorismo, utilizando coches bombas.
• Habló de que la Argentina es un país que esta en los planes de los actuales narcos colombianos.
