El líder socialista y presidente del Gobierno saliente Pedro Sánchez reivindicó este domingo la victoria en las elecciones legislativas españolas, frente a cientos de seguidores en Madrid: "Hemos enviado un mensaje rotundo para Europa y el mundo, de que se le puede ganar a la reacción, al autoritarismo".
Estas primeras declaraciones públicas son una clara respuesta al surgimiento de los partidos totalitarios que surgieron durante los últimos años, como Vox. "Es importante que reivindiquemos a la democracia y al conjunto de españoles y españolas. Hemos enviado varios mensajes. En especial de lo que no queremos. No queremos la involución, el retroceso. Queremos un país que avance, que mire el futuro", insistió.
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"Quiero agradecer de corazón a todos los españoles que nos dieron su voto y confiaron en nosotros. También, con casi un 75% de españoles votando, se demostró que esta es una gran democracia, sólida, de calidad, en la que participaron millones y millones de españoles, en defensa de su futuro, de las libertades que hemos conquistado", aseguró Sánchez.
Según datos definitivos, su partido obtuvo 123 de los 350 escaños de la cámara baja, lejos de la mayoría absoluta, y deberá pactar con otras fuerzas para continuar dirigiendo el país.
El presidente también recordó que durante toda la campaña dijeron que "los tres objetivos del próximo Gobierno socialista iban a ser avanzar en justicia social, en convivencia y concordia acabando con la confrontación, y tercero, reivindicar la limpieza en la política, acabar con la corrupción".
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"Para esos tres desafíos, quiero decirles que el Gobierno socialista será el Gobierno de todos los españoles. No vamos a hacer como ellos, no vamos a poner cordones sanitarios, la única condición que vamos a poner es respetar la constitución nacional", cerró Sánchez.
Lo que dejaron las elecciones
El PSOE logró remontar su suelo histórico en elecciones generales, el de junio de 2016, y ganar sus primeras elecciones desde 2008, con 7,38 millones de votos (el 28,7 por ciento del total), que se traducirán en 123 bancas en Diputados, con el 98,54 por ciento escrutado.
Aunque aún está por ver su capacidad de pactar para formar gobierno, el PSOE fue el partido más votado, a pesar de que sus cifras estén muy lejos de las que alcanzaban los socialistas antes de la irrupción de Podemos y Ciudadanos.
En términos porcentuales, el apoyo al PSOE roza el que obtuvo Alfredo Pérez Rubalcaba en 2011 (28,76 por ciento), en una contienda que fue, todavía, bipartidista entre el PSOE y el PP. Esa fue una derrota rotunda para el PSOE, que se quedó con 110 escaños. En 2019 logró quedar por encima de esa cifra.
Ahora, la fragmentación del voto del centroderecha hizo que el PSOE vuelva a ser primera fuerza política en unas generales en todas las comunidades autónomas salvo en Cataluña (donde lo fue ERC), País Vasco (PNV) y Navarra (Navarra Suma) y en la Ciudad Autónoma de Melilla (PP).
