Desde que el volcán Kilauea entró en erupción el 3 de mayo su amenaza fue en aumento. Miles de personas fueron evacuadas de sus hogares en Hawaii, decenas de casas fueron destruidas por las grietas y la lava y ahora puso a la isla en alerta roja.
Según el servicio geológico de Estados Unidos, "la erupción de ceniza ha aumentado su intensidad" desde la mañana del martes en el volcán Kilauea, alcanzando la nube de ceniza entre los 3.000 y los 3.600 metros sobre el nivel del mar.
También comunicaron que en cualquier momento que la erupción "puede volverse más explosiva, aumentado la intensidad de producción de ceniza y produciendo proyectiles".
El Kilauea está ubicado en el sureste de la isla de Hawaii, que en su extremo suroriental es la mayor del archipiélago y en la que viven unas 185.000 personas.
Después de que miles de personas fueran evacuadas -aun siguen lejos de sus hogares unas 1.700- las autoridades advirtieron a los ciudadanos que estén preparados para evacuaciones con poco margen de tiempo o directamente sin previo aviso.