Para conmemorar el centenario del nacimiento de Ernesto Sábato, su familia pondrá en marcha con un simbólico acto las obras que restaurarán la casa del escritor, en la que falleció en abril, para convertirla en un museo que permitirá recorrer el "lugar en el mundo" del gran autor argentino.
A menos de dos meses de cumplir 100 años, Sábato murió el pasado 30 de abril a causa de una bronquitis que debilitó su frágil estado de salud, que le había obligado a recluirse desde hace años en su residencia de Santos Lugares, en las afueras de Buenos Aires, donde pasó la mitad de su vida y escribió sus más importantes obras.
En esa apacible estancia, el cineasta Mario Sábato, único hijo vivo del escritor (su hermano murió en un accidente de tráfico en 1995), colocará hoy una placa que marcará el inicio de las obras de restauración de la casa, que en un año prevé abrir como museo para cumplir con un sueño de su padre. Las obras de restauración serán financiadas con la ayuda del Gobierno de la provincia de Buenos Aires y la Municipalidad de Tres de Febrero, a la que pertenece Santos Lugares.
"La casa está muy deteriorada. La idea es recuperarla como estaba en el esplendor de la casa y en el esplendor, creativo y vital, de mi padre", explicó Mario, al recordar que esa vivienda en la que creció fue construida por el cineasta italiano Federico Valle, quien la utilizó además como estudio de cine.
"Es una casa bien curiosa, con un estilo indefinido. Don Federico hizo un sótano para quedarse a vivir con nosotros, y luego amplió toda la parte de atrás, donde mi padre tuvo el estudio de pintura y donde escribió sus últimos años. Pero todo diseñado por el mismo Valle, porque él despreciaba a los arquitectos y desconfiaba de los obreros", relató.
El hijo de Sábato, quien aclaró que no le gusta la palabra museo "porque suena a mausoleo", detalla que este proyecto busca preservar la memoria del escritor y "cumplir con sus deseos más profundos". Al respecto, sostuvo: (en el sepelio) "hubo centenares, miles de vecinos que vinieron a despedirlo, con la misma emoción y sentimiento que teníamos en la familia. Fue muy conmocionante. Ahí es cuando realmente nos dimos cuenta de que mi padre no nos pertenecía sólo a nosotros".
La voz e imagen de Sábato estarán presentes en cada rincón del museo a través de pantallas en las que se reproducirán viejas filmaciones caseras del escritor. Además, serán sus propias nietas las encargadas de guiar a los visitantes por la residencia, en la que Sábato fue visitado por el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, entre otras personalidades.
En el museo se exhibirán también los objetos materiales más significativos en la vida del Premio Cervantes 1984: el escritorio, la máquina de escribir, el caballete y sus pinturas, además de cientos de adornos.
Sábato, reconocido además por su defensa de los derechos humanos, será también homenajeado hoy con un sinfín de actividades que recordarán a uno de los mejores escritores argentinos de todos los tiempos. Además, desde hace unos días, su foto (impresa en una tela de 88 metros de ancho y por 34 de alto) puede apreciarse en el Edificio Del Plata.