El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, se reunió hoy en Barcelona con el presidente catalán, Quim Torrá, en un intento por mejorar las relaciones entre el gobierno central y esta región, mientras persiste la polémica sobre si el líder independentista puede seguir en ese cargo tras quedar inhabilitado como diputado del Parlamento regional.
Torra había dicho antes de la reunión, celebrada en la sede del gobierno catalán en el centro de Barcelona, que insistiría ante Sánchez para que permita un referendo legal sobre la secesión para la región rica del noreste de España. Sánchez, que se declaró un "firme defensor del autogobierno en Cataluña", ha dicho no obstante que un referendo estaba fuera de discusión porque violaría la Constitución española.
Antes de la reunión, ambos líderes charlaron mientras subían una escalera de piedra adornada en el patio interior del Palacio medieval de la Generalitat. El edificio estaba bajo fuerte protección policial adicional, por un grupo de manifestantes fuera del edificio.
A pesar de que existe desconfianza mutua entre los líderes, también hay gran expectativa sobre la reunión, que se produce en momentos en que el futuro de Torra como líder de Cataluña está en serias dudas, tras ser despojado de su escaño el mes pasado después de que un tribunal catalán le prohibió el cargo público durante 18 meses por desobediencia. Torra apeló la decisión ante el Tribunal Supremo de España.
Torra también anunció recientemente que convocará a elecciones anticipadas tan pronto como el Parlamento catalán pueda aprobar un presupuesto debido a las tensas relaciones con el otro partido separatista que forma parte de su gobierno de coalición. La reunión de hoy se produce con el movimiento separatista de Cataluña en crisis, con nueve de sus líderes cumpliendo sentencias de prisión por celebrar un referendo de secesión no autorizado e intentar la separación en 2017, mientras otros líderes huyeron del país.
Sánchez acordó abrir conversaciones entre su gobierno central y el gobierno catalán como parte de un acuerdo para obtener el apoyo de algunos legisladores separatistas en el Parlamento español que necesitaba para formar un gobierno el mes pasado, y la reunión de hoy es parte de esa negociación.
Las encuestas y los resultados de las elecciones de noviembre pasado en España muestran que los 7,5 millones de residentes de Cataluña están divididos aproximadamente en partes iguales sobre la cuestión de la independencia.
