En medio de las protestas por la tibia reacción de la Iglesia Católica ante los abusos sexuales cometidos por el clero irlandés, el Papa Francisco se reunió este sábado en Dublín con ocho víctimas.
El encuentro se produjo en el marco del viaje del Pontífice a Irlanda, donde participó del Encuentro Mundial de las Familias. Lo hizo en un contexto muy complejo ya que la mayoría de las víctimas de abuso se mostraron "decepcionadas" por la falta de respuestas de la Iglesia.
Entre las víctimas se encontraban la sobreviviente irlandesa Marie Collins, que hace dos años se retiró con un portazo de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores creada por Francisco, cansada de las "trabas" de un sector de la vieja guardia de la Curia. Junto a ella estaban los reverendos Patrick Mc Cafferty, Joe McDonald, el consejero Damian O'Farrell, Paul Jude Redmond, Clodagh Malone y Bernadette Fahy. El nombre de otra persona, que fue víctima del sacerdote Tony Walsh, se mantiene en reserva.
Un comunicado de la Coalición de Sobrevivientes de Hogares, que representa a este grupo de víctimas, hizo saber que durante el encuentro el Papa condenó la corrupción y el encubrimiento de abusos que hubo en el seno de la Iglesia católica, algo que definió como "caca". Su traductor, de hecho, explicó que el Pontífice hablaba de "los desechos que se dejan en el toilette".
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La reunión se llevó a cabo en medio de un clima lleno de tensión. Marie Collins, otra de las víctimas que formó parte del grupo asesor de Francisco que renunció el año pasado a su cargo fue muy dura cuando los periodistas le consultaron éste viernes sobre la actitud del Pontífice ante estos hechos. "Decepcionante, nada nuevo", sostuvo. Otro activista irlandés, Colm O'Gorman, sostuvo que los mensajes de Jorge Bergoglio son un "vergonzoso intento" de evitar asumir su responsabilidad.
No es la primera vez que Francisco se reúne con víctimas de abusos. Ya lo hizo, por ejemplo, a principios de este año en su paso por Chile, donde también hay un escándalo de abusos que involucra a figuras de la Iglesia local y que derivó en una renuncia masiva.
