En 2014 la traductora del FBI Daniela Greene viajó en secreto a Siria. Pero no era para un misión de infiltración, se había enamorado del terrorista al que investigaba desde Estados Unidos, Denis Cuspert, un exrapero alemán convertido en combatiente y reclutador del grupo Estado Islámico.
Greene, de 38 años, nació en checoslovaquia y creció en Alemania. Se casó muy joven con un soldado estadounidense y se fue a vivir a EEUU. Estudió historia en Oklahoma y en 2011 comenzó a trabajar como traductora para el FBI, con acceso a información clasificada.
En ese entonces, Cupert, alias Deso Dogg, ya había abandonado el mundo del rap. Después de un accidente de auto en 2010 se convirtió al Islam y cambió las letras gangsta por canciones religiosas, algunas de las cuales estaban dedicadas al enemigo número 1 de EEUU, Osama Bin Laden.
Tras un paso por Egipto y Libia, Cuspert se unió a las filas del EI. Adoptó el nombre de Abu Talha al-Almani y se convirtió en reclutador online de yihadistas alemanes. Su fama creció y lo comenzó a investigar el FBI. Fue en ese entonces que Green comenzó a visionar los videos de Cupert, algunos de ellos en los que degollaba a presos del EI, y se enamoró de él.
El 23 de junio de 2014 Greene mintió a sus superiores para viajar a Siria. Dijo que iba a visitar a sus padres en Alemania pero se tomó un vuelo a Turquía, y de allí se cruzó a Siria, dónde se casó con Cupert. Al terrorista , le reveló que lo estaban investigando.
Sin embargo el idilio duró poco. Daniela, de 38 años, se dio cuenta de que había cometido un error. "Estaba débil y ya no sabía cómo manejar las cosas. Realmente hice un lío esta vez", escribió el 8 de julio en un mail que forma parte del expediente revelado por el canal CNN. "Me fui y no puedo regresar. Ni siquiera sé cómo lo lograría si intentó volver. Estoy en un ambiente muy duro y no sé qué tanto vaya a durar aquí, pero eso no importa, es un poco tarde", escribió al día siguiente.
La mujer logró huir de vuelta a EEUU. Fue detenida apenas piso suelo estadounidense, el 8 de agosto, y aceptó colaborar con las autoridades. "Es una vergüenza impresionante para el FBI, no hay duda al respecto", dijo John Kirby, un exfuncionario del Departamento de Estado y comentarista de CNN.
Greene fue condenada a dos años de prisión federal y fue liberada el verano pasado, según informó CNN, una sentencia que generó polémica porque las penas para los estadounidenses condenados en docenas de casos recientes sobre ISIS son en promedio de 13 años y medio de prisión, según un análisis realizado en abril por el Centro de Seguridad Nacional de la Universidad de Fordham.
En diálogo con CNN, su abogado Shawn Moore aclaró que Daniela estaba "genuinamente arrepentida" por sus acciones. Y que "ella era simplemente una persona bien intencionada que quedó envuelta en algo que nbo controlaba".