La Suprema Corte de Estados Unidos rechazó el pedido de aplazamiento y Troy Davis, condenado por el asesinato de un policía, fue ejecutado en la prisión de Jackson, en el estado de Georgia.
Davis recibió la inyección letal, a pesar de que la ejecución había sido postergada previamente para que la Suprema Corte decidiera sobre el pedido de sus abogados de postergarla. La ejecución ha generado protestas en todo el mundo, ya que Davis fue condenado sin pruebas.
Originalmente estaba previsto que el hombre, de 42 años, fuera ejecutado a las 19.00 horas (23.00 GMT) en la prisión de Jackson. Finalmente, la ejecución se realizó pasada la medianoche.
"No fue mi culpa. No tenía una pistola. Soy inocente", dijo Davis antes de recibir la inyección, según relataron a la prensa varios testigos de la ejecución.
Después de que el tribunal supremo de Georgia rechazara en la tarde de ayer la prórroga, los abogados de Davis recurrieron a la Suprema Corte de Washington.
Cientos de personas se congregaron frente a la prisión para protestar por la ejecución y repetían "salven a Troy Davis". También hubo una pequeña protesta frente a la Casa Blanca a favor de Davis.
El caso es uno de los más controvertidos en la historia de la pena de muerte en Estados Unidos. Numerosos testigos, que en el juicio por homicidio acusaron a Davis, se retractaron o modificaron sus testimonios en los últimos años. Además aparecieron nuevos testigos que aseguran que otro hombre admitió haber sido el autor del asesinato.
