Rabia, indignación y nuevas protestas sacuden Estados Unidos después de otro caso de violencia policial contra un afroamericano. Philando Castile, de 32 años, murió en Falcon Heights, en el estado de Minnesota, tras ser baleado el miércoles por un policía delante de su novia y la hija de ésta durante un control de tránsito.
La pareja de Castile, Lavish Reynolds, difundió lo ocurrido tras los disparos en directo en Facebook.
"Dios mío, no me digan que se ha muerto, no me digan que mi novio se ha ido así... Le pegaron cuatro tiros", dice la mujer en el video.
Las imágenes muestran a Castile sentado en el asiento del conductor y con la remera manchada de sangre, y un policía con un arma delante de la ventana. La mujer explicó que la Policía los paró porque tenían una luz trasera rota.
Según Reynolds, Castile informó al policía de que tenía una pistola para la que tenía licencia y dijo que el agente le disparó varias veces "sin motivo aparente" cuando quiso agarrar su billetera en su bolsillo para mostrarle los papeles del vehículo.
"¡Le dije que no lo agarrara! ¡Le dije que levantara las manos al aire!", grita el policía en el video.
Hacia el final del video, de diez minutos de duración, la hija de Reynolds, de cuatro años, trata de tranquilizar a su madre. "Está bien, mamá", dice la nena. "Está bien, estoy acá con vos".
El suceso se produce después de la muerte de otro afroamericano a manos de la policía el martes por la noche que desató la indignación en el país: en Baton Rouge, Luisiana, dos policías mataron de cuatro disparos a quemarropas a Alton Sterling, un hombre de 37 años que vendía cds frente a un negocio.
El caso también fue filmado por testigos. En uno de los videos, se ve como los agentes taclearon a Sterling, lo inmovilizaron en el suelo y luego le pusieron un arma sobre la sien.
Los agentes fueron suspendidos y el caso será investigado por el Departamento de Justicia y el FBI, es decir por la justicia federal y no local.
Las imágenes, difundidas en las redes sociales, provocaron numerosas protestas en Baton Rouge, donde manifestantes bloquearon el tráfico y cantaron consignas como "Sin justicia, no hay paz" o "Las vidas de los negros importan".
"Esto es un linchamiento legal. La justicia debe prevalecer", denunció en su cuenta de Twitter el reverendo Jesse Jackson, un ícono del movimiento por los derechos civiles de la comunidad afroamericana.
The shooting of #AltonSterling in #BatonRouge is a legal lynching. Justice must prevail. #Outraged
— Rev Jesse Jackson Sr (@RevJJackson) 6 de julio de 2016
En los últimos años, Estados Unidos vivió varios momentos de tensión racial tras el asesinato del joven afro Michael Brown, en un caso de gatillo fácil por parte de un agente blanco que luego fue exonerado de todos los cargos, en Ferguson, Missouri.
