Dos policías se encuentran gravemente heridos tras recibir disparos durante una protesta en Ferguson, en el estado de Missouri, poco después de que el jefe de la policía de la ciudad anunciara su renuncia tras ser acusado de discriminación racial.
Un funcionario de 44 años fue alcanzado en el hombro y su colega de 32 años en la cara cuando la policía intentaba dispersar una manifestación frente a la comisaría, informó el jefe de la policía del distrito de St. Louis, el coronel Jon Belmar. Sus heridas son graves pero sus vidas no corren peligro, añadió.
En la noche del miércoles unas 150 personas se manifestaron ante la central de policía de Ferguson para festejar la reuncia del jefe de la policía de la localidad, Thomas Jackson. Allí se encontraron con policías antidisturbios que habían rodeado el edificio.
Jackson fue duramente criticado tras la muerte en agosto de un adolescente afroamericano, Michael Brown, contra el que disparó un policía blanco a pesar de que el joven estaba desarmado. El caso desató masivas protestas en todo el país.
UNA POLICÍA RACISTA
Posteriormente una investigación del Departamento de Justicia apuntó además que había ciertos patrones de conducta discriminatoria en la policía de Ferguson, con detenciones sin motivo aparente y uso excesivo de la fuerza contra la población negra.
La investigación federal reveló que en los últimos dos años los ciudadanos afroamericanos de la ciudad, que suponen el 67 % de la población, fueron objeto del 85 % de las detenciones de tráfico, el 93 % de los arrestos y el 88 % de los casos en los que la Policía empleó la fuerza.
