El matrimonio Trump sufrió algunos contratiempos en su llegada a Hamburgo, Alemania, para participar de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G20. El primer percance fue que la delegación estadounidense se quedó sin un hotel adecuado para alojarse en la ciudad. Y es que cuando intentaron hacer una reserva en el Four Seasons, uno de los más lujosos de la ciudad, éste ya había sido copado por el rey saudita, Salmán bin Abdulaziz, y todo su séquito.
El Presidente de Estados Unidos tuvo que buscar un hospedaje alternativo y terminó en una casa para invitados oficiales del Gobierno de Hamburgo mientras que los miembros de su delegación se alojaron en el Consulado de Estados Unidos.
Melania, por su lado, hoy se perdió un paseo en barco con las otras parejas de mandatarios del G20 debido a una protesta que le impidió salir de la residencia donde para.
"Hasta ahora la Policía no nos ha dado el ok de seguridad para poder abandonar la residencia" declaró un vocero.
Además, algunos compromisos de su agenda -como la visita al Centro Alemán de Investigación Climática- fueron suspendidos por motivos de seguridad.
