La creciente crisis en Ecuador, desencadenada tras el fin de los subsidios y el consecuente aumento de las tarifas de combustible hasta en un 123%, se cobró hoy un nuevo capítulo después de que el exmandatario Rafael Correa pidiera mediante un video el adelantamiento de las elecciones, previstas para 2021, a su exaliado Lenín Moreno. Rápidamente, el presidente le respondió con un comunicado: "Queremos un país en libertad".
"Aquí no hay golpismo. Los conflictos en democracia se resuelven en las urnas y es precisamente lo que pedimos: adelantar elecciones en caso de grave conmoción social, como la que estamos viviendo", sostuvo en Twitter el líder de un sector del oficialismo, que se refugió en Bélgica luego de que una fiscalía de su país pidiera su captura por un presunto delito anterior a las protestas. El lunes Correa había sido acusado por Moreno de alentar su derrocamiento en alianza con el Gobierno de Nicolás Maduro.
Tras el estallido social que ya dejó un muerto y centenares de heridos y detenidos; y a la espera de la masiva manifestación de indígenas y sindicatos que se organiza para el miércoles, Moreno decidió trasladar la sede de Gobierno de Quito a Guayaquil. Además, decretó el estado de excepción por 60 días, lo que lo faculta a restringir derechos.
Ante la crisis que vive el país, el exmandatario tildó de inepto a Moreno. "Nunca hubo necesidad de un paquetazo. No ha caído el precio del petróleo. No ha ocurrido ningún desastre natural, nada. Es pura corrupción e ineptitud", denunció en las redes sociales.
Frente a esta provocación, el actual presidente de Ecuador publicó un mensaje para agradecer en apoyo de las Fuerzas Armadas. "El respeto y agradecimiento mío y del país a @FFAAECUADOR y @PoliciaEcuador. Con prudencia preservan la paz, respetan la constitución y protegen a los ciudadanos frente a vándalos, disfrazados de manifestantes. Queremos un país con libertad", escribió Moreno en Twitter.
Mientras tanto, desde las primeras horas de este martes miles de manifestantes, provenientes de distintas provincias, se concentraron en el centro de Quito para protestar contra las medidas económicas anunciadas por Moreno y fueron dispersados con una lluvia de gas lacrimógeno.
