Un hombre fue visto en un supermercado de la ciudad californiana de Santee usando una capucha del Ku Klux Klan en lugar de un barbijo, en medio de una normativa que obliga a taparse la boca y la nariz a los consumidores para frenar la propagación del coronavirus. La situación generó la indignación de la población y la policía abrió una investigación.
"Quedé estupefacto, anonadado porque es muy triste cuando alguien, sin importar la razón, acude a este tipo de símbolo que representa odio", dijo John Minto, alcalde de Santee, al canal local de ABC.
Fotos tomadas por otros clientes muestran al hombre con remera y bermudas oscuras y el capuchón blanco y puntiagudo de los supremacistas blancos en la cabeza, mientras empuja su carrito de compras en una sucursal de la cadena Vons.
Empleados de la tienda, ubicada a 29 km al noreste de San Diego, pidieron al hombre que se quitara la capucha y solo lo hizo en la caja para pagar.
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El departamento del sheriff de San Diego indicó que no recibieron ninguna llamada cuando ocurrió el incidente, el sábado, pero que abrieron una investigación y aplicarán "cualquier cargo criminal que sea apropiado".
Tammy Gillies, director regional de la organización judía Liga Antidifamación, condenó el incidente en Twitter, diciendo que San Diego no era un lugar para el odio.
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Tiam Tellez, quien tomó las fotos, describió el incidente como "asqueroso" en una publicación en Facebook. "Perturba tanto que esto siga pasando en Santee", escribió.
En tanto el periodista Nico Pitney indicó que la ciudad de Santee tiene un historial de ataques por motivos raciales y de actividad de grupos supremacistas blancos y de skinheads, por lo que a veces se la apoda "Klantee".
