La mezquita de un pueblo cercano a Naplusa, una de las 16 divisiones administrativas de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) fue blanco de un incendio criminal e intencionado imputado a colonos israelíes, según indicaron hoy los servicios de seguridad palestinos.
Al llegar al rezo de la mañana, los fieles musulmanes del pueblo de Aqraba, de alrededor de 8.000 habitantes, encontraron los cristales de la mezquita rotos y la parte reservada a las mujeres muy deteriorada por los daños provocados por un incendio.
En la mezquita, aparecieron pintadas las palabras "precio a pagar" en hebreo, así como referencias a una colonia judía cercana y al rabino Meir Kahan, líder fallecido del movimiento anti-árabe Kach, según pudo comprobar un fotógrafo de la agencia AFP.
"Precio a pagar" es el lema que utilizan colonos extremistas y activistas de extrema derecha bajo el que llevan a cabo una campaña de agresiones y vandalismo contra palestinos, árabes israelíes, lugares de culto musulmanes y cristianos, o incluso el ejército israelí. Los atacantes fueron ahuyentados por un grupo de habitantes de la localidad palestina.
El presidente de Israel, Reuvén Rivlin, mostró posteriormente su rechazo y calificó los actos de quema de lugares santos como "terrorismo". "Tenemos que acabar con ellos. Todos los que guardan silencio sobre estos hechos están sentando las bases para el próximo ataque de este tipo", condenó el presidente, quien advirtió que, de no actuar "con decisión", "todos pagaremos el precio".
Sin embargo, asociaciones de defensa de los derechos humanos israelíes culpan de este incremento de los ataques al actual Gobierno de Israelí -con amplia representación de los grupos ultranacionalistas y ultraderechistas pro colonos- y critican su laxitud en la lucha contra estas acciones.
La nueva agresión se produce pocas horas después de que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, recordara en Jerusalén que la colonización es ilegal según el derecho internacional y pidiera al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que le ponga coto, ya que supone un obstáculo para la paz.
