La Fiscalía chilena informó este viernes de la detención de un policía chileno acusado de haber provocado las graves lesiones que causaron la ceguera de Fabiola Campillai en el marco de las protestas sociales que comenzaron en el país en octubre de 2019.
Se trata del excapitán del cuerpo policial de Carabineros Patricio Maturana, quien ya el pasado 14 de agosto fue desvinculado del estamento junto a otro oficial tras una investigación interna sobre lo sucedido el 26 de noviembre de 2019 en Santiago de Chile, cuando Campillai recibió el impacto de una bomba de gas lacrimógeno mientras esperaba el autobús, lo que acabó provocándole una ceguera completa.
El sumario administrativo de Carabineros estableció que los ahora exoficiales no realizaron indagaciones para verificar el estado de salud y prestar auxilio a la víctima y omitieron el procedimiento legal correspondiente.
La investigación del Ministerio Público fue más allá y acusa a Maturana de ser “el autor de apremios ilegítimos con resultado de lesiones graves gravísimas”, según abundaron informaciones de la prensa local que toman a la Fiscalía como fuente.
En una entrevista con Efe publicada este viernes, Campillai expresó que el agente que le disparó “no es el único culpable” y que los agentes “se sintieron con el derecho a disparar a la cara” porque entienden que esa forma de proceder no es censurada por las autoridades.
El subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, dijo hoy en una televisión local que hay “total disposición y apoyo a que las investigaciones avancen”, deseo que “se esclarezcan lo antes posible estos hechos” y descartó que Carabineros actuó con “prudencia” en las indagatorias pero no con lentitud.
El detenido será formalizado este viernes, momento en el que se le comunicará al imputado la apertura de una investigación en su contra y se establecerán medidas cautelares.
La detención llega justo una semana después de que fuera aprehendido el exteniente coronel de Carabineros Claudio Crespo, acusado de efectuar los disparos de balines de goma que causaron la ceguera del joven Gustavo Gática, caso que junto al de Campillai dio dio la vuelta al mundo y visibilizó la epidemia de mutilados oculares que dejaron las revueltas sociales por presunta represión policial.
Según el independiente Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), 460 personas resultaron con lesiones oculares, de las cuales 35 sufrieron pérdida total de uno de los ojos y dos quedaron ciegas.
Fuente: EFE