La muerte de Charles Manson el 12 de noviembre de este año no puso fin a la historia del más siniestro asesino de los Estados Unidos. A un mes y medio de ese día, la Justicia aún no sabe a quien entregar su cuerpo. Pero no por falta de interesados, como podría suponerse, si no porque al menos cinco personas se presentaron a reclamarlo.
El ideólogo del sangriento crimen de la actriz Sharon Tate, quien fue asesinada a días de parir, permanece refrigerado en las instalaciones forenses del condado de Kern.
Diferentes personas Florida, Wisconsin, Illinois y California aseguraron que tienen derecho a llevarse el cuerpo de Manson. Uno de ellos dijo que era su nieto mientras que otro defendió que era amigo por correspondencia de Manson y también al persona que el asesino nombró en su testamento como único heredero.
"Es como un circo", comentó uno de los abogados que asesora al condado de Kern, quien definió el caso legal como "realmente extraño".
Por temor a entregar sus restos a la persona equivocada, las autoridades del condado de Kern pidieron a la corte superior del condado de Los Ángeles que los mantenga informados acerca de cualquier otro reclamo sobre el cuerpo.
El rostro del mal
Manson fue el líder de un culto hippie que se convirtió en el hipnótico rostro del mal en todo Estados Unidos luego de orquestar los sangrientos asesinatos de la actriz Sharon Tate y otras seis personas en Los Ángeles durante el verano de 1969.
Autor de robos menores que lo llevaron a entrar y salir de prisión en varias ocasiones desde su infancia, el carismático Manson ejerció de gurú rodeándose de prófugos y otras almas perdidas en la década de 1960. Envió a sus discípulos a matar a algunos ricos y famosos de Los Ángeles en lo que, según los fiscales, fue un intento de desencadenar una guerra racial, una idea que sacó de una retorcida interpretación de la canción "Helter Skelter" de los Beatles.
Los sangrientos asesinatos horrorizaron al mundo y, junto a la letal violencia que estalló más tarde ese mismo año en un concierto de los Rolling Stones en Altamont Speedway, California, pusieron fin al hippismo y el movimiento de contracultura de los sesenta. A pesar de las abrumadoras pruebas en su contra, durante su juicio en 1970 Manson defendió su inocencia y dijo que la sociedad misma era la culpable.
"Esos niños que los atacan con cuchillos, son sus hijos. Ustedes les enseñaron, yo no les enseñé. Yo solo intenté ayudarlos a ponerse en pie", dijo en su monólogo en la corte. La Familia Manson, como se hacían llamar sus seguidores, acabó con la vida de cinco de sus víctimas el 9 de agosto de 1969 en la casa de Tate: la actriz, que estaba embarazada de ocho meses y medio; Abigail Folger, heredera de una empresa de cafés; el famoso peluquero Jay Sebring; Voityck Frykowski, un director de cine polaco, y Steven Parent, amigo del cuidador de la casa. El esposo de Tate, el director de "Rosemary's Baby" Roman Polanski, estaba fuera del país en ese momento.
