El ultraderechista Anders Behring Breivik, al que se juzga en Oslo por los atentados del pasado 22 de julio en Noruega en los que murieron 77 personas, inrtercambia cartas con seguidores y simpatizantes políticos de todo el mundo.
"Se trata de cartas con inequívocas declaraciones de apoyo con los mismos puntos de vista políticos del observado. Son cómplices políticos, usan la misma lengua y terminología que él", señaló el psiquiatra Terje Tørrissen en el segundo estudio psiquiátrico que se la hizo a Breivik, según informó el diario VG.
Tørrissen resalta que algunos de los que escriben a Breivik "dicen que él les inspiró y que se volvieron más extremistas a causa de los actos del observado".
Las autoridades del penal de Ila, al oeste de Oslo y donde el fundamentalista cristiano permanece encerrado de forma preventiva desde hace nueve meses, confirmaron que Breivik recibe muchas cartas cada día. Según dijo el propio terrorista a los psiquiatras, mantiene contacto con seguidores de más de veinte países y el volumen de correo que le llega es tal que no puede ponerse al día.
"Lo que Breivik hizo en Utøya -la isla donde cometió una matanza de 69 jóvenes laboristas, la mayoría menores de 20 años- mostró que es un patriota nacionalista racional que quiere proteger a su gente contra el islam, el multiculturalismo y el marxismo", afirmó un fan estadounidense de Breivik.
El objetivo de los atentados de Breivik era castigar al Partido Laborista, en el poder en Noruega, por apoyar el "multiculturalismo" y permitir la "invasión" islámica que "amenaza" la supervivencia del pueblo noruego, según declaró Breivik en el juicio, que celebra su tercera jornada.
