El día más importante en la vida de María Victoria Barros no fue como imaginaba. Cientos de manifestantes opositores al gobierno de Michel Temer en Brasil protestaron lanzando huevos contra la diputada que celebraba su boda en una iglesia de Curitiba. La joven tuvo que abandonar el lugar refugiada por un cordón policial y guardias de seguridad que la protegían con paraguas.
Barros es además hija del ministro de Salud de Temer, Ricardo Barros. La protesta de grupos de izquierda apuntó contra toda la elite que presenció el casamiento. Con huevos, los manifestantes amedrentaron contra la recién casada e increparon a los invitados, que en su mayoría eran miembros del Congreso e importantes figuras de la escena política brasileña.
// Brasil: Michel Temer, acusado formalmente de corrupción
Al día siguiente, Barros emitió un comunicado de prensa en el sostiene que, salvo el traslado de la iglesia al lugar de la recepción que fue "alterada por los protestantes", la ceremonia y la recepción se produjo con normalidad. Además aclaró que aunque lamenta este tipo de agresiones físicas y verbales, "es el precio de la democracia".
Según las autoridades locales, una vez que la novia se retiró del lugar se produjo un duro enfrentamiento entre los manifestantes y los agentes de la policía, que lanzaron balas de goma y gases lacrimógenos para despejar la zona.
Sin embargo, no es la primera vez que los políticos en Brasil son blanco de protestas cuando participan de un evento social privado. En 2015, los expresidentes Lula Inácio da Silva y Dilma Rousseff fueron recibidos con un "cacerolazo" en la entrada de un casamiento en Sao Pablo.
