Es una noticia que seguramente le traerá recuerdos al rey emérito Juan Carlos de España, quien se había roto la cadera durante una polémica cacería en Botswana. El país africano levantó el miércoles la prohibición de la caza de elefantes.
La prohibición fue introducida en el país del sur de África en 2014 por el entonces presidente Ian Khama, un ferviente conservacionista.Pero los diputados del Partido Democrático de Botswana (PDB) en el poder presionaron para revocar la prohibición, argumentando que las poblaciones de elefantes se volvieron incontrolables en algunas áreas.
El presidente Mokgweetsi Masisi asumió el cargo tras Khama en abril del año pasado y tomó distancias con la política de defensa de la fauna salvaje iniciada por su predecesor.
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"Botswana tomó una decisión de levantar la suspensión de la caza", dijo el ministerio de Medioambiente en un comunicado, en el que prometió que la caza se reiniciaría "de un modo ordenado y ético".
Este dijo que una revisión del comité del gabinete encontró que "los conflictos entre humanos y elefantes aumentaron en número e intensidad y afectan cada vez más en los medios de subsistencia".
Botswana cuenta con la mayor población de elefantes en África, con más de 135.000 moviéndose en libertad en sus parques y amplios espacios abiertos.
Según expertos, el número de paquidermos en el país, famoso como destino de safaris de lujo, se ha casi triplicado en los últimos 30 años y la población podría situarse ahora en unos 160.000.
Los agricultores luchan por mantener a los elefantes fuera de sus campos, donde se comen cultivos y pueden matar a gente. Eliminar la prohibición de la caza puede ser una estrategia bien recibida por los votantes rurales, ante las elecciones previstas para octubre.
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Muchos de los elefantes de Botswana se mueven libremente hacia Namibia, Zambia y Zimbabwe. Los cuatro países pidieron que se flexibilice la prohibición global del comercio de marfil de elefantes, debido al creciente número de animales en algunas regiones.
"No podemos continuar siendo espectadores mientras otros debaten y toman decisiones sobre nuestros elefantes", dijo Masisi en una reunión de los presidentes de estos países este mes en Botswana. "El conflicto entre elefantes y personas aumenta a medida que crece la demanda de tierras, agricultura y asentamientos", declaró.
Se calcula, según datos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), que en la primera mitad del siglo XX había más de tres millones de elefantes en la región. La población total ha disminuido en menos de un siglo hasta situarse en el 13 % de aquellas cifras
En la última década en cambio la población de elefantes en toda África ha disminuido aproximadamente entre 111.000 a 415.000, en gran parte debido a la caza furtiva de marfil, de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza , para vender a precio de oro en Asia.