La cifra de muertos por los ataques ocurridos en dos mezquitas en Nueva Zelanda aumentó a 50 con el hallazgo de otra víctima cuando la Policía retiraba los cuerpos de ambos sitios. El jefe del operativo, Mike Bush, señaló que 36 personas continúan hospitalizadas y dos de ellas se encuentran en estado crítico.
Brenton Harrison Tarrant, indicado como el autor de la matanza, fue llevado ante un tribunal en medio de un fuerte operativo de seguridad, encadenado y con uniforme blanco: no mostró emoción alguna cuando el juez le leyó el cargo de homicidio en su contra.
Tarrant, que publicó en Internet un largo manifiesto antiinmigrante y utilizó una cámara instalada en un casco para transmitir en vivo la masacre en la ciudad de Christchurch, frente al tribunal hizo una señal con la mano similar a la de "OK" pero que, en verdad, está asociada a nacionalistas blancos.
En ese manifiesto -de 74 páginas-, el asesino menciona a la Argentina y da ciertos indicios de que habría estado de visita en el país. The New York Times, de hecho, informó que estuvo varios años de viaje por todo el mundo. Sin embargo, la Dirección Nacional de Migraciones (DNM) negó el supuesto paso de Tarrant por el país.
Por su parte, las autoridades les recomendaron a los musulmanes no ir a las mezquitas por el momento, en tanto que la alerta de seguridad se mantenía debido a la matanza, la peor registrada en la historia moderna de Nueva Zelanda.
Miles de habitantes en Nueva Zelanda, conmovidos por los acontecimientos, se acercaron en forma masiva a los barrios musulmanes de todo el país con la firme determinación de mostrar su solidaridad con la comunidad.