El periodista ruso Arkady Babchenko, de 41 años y crítico del Kremlin, fue asesinado a balazos en su casa en Kiev. La esposa de la víctima lo encontró sangrando en el edificio donde vivían en Ucrania. La pareja se había mudado hace poco tiempo por las reiteradas amenazas que sufrieron en Rusia.
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De acuerdo a la policía ucraniana, Babchenko recibió varios impactos de bala por la espalda. "La primera, y la más obvia de las versiones, es su actividad profesional", dijo el jefe de policía de Kiev Andriy Krishchenko, en diálogo con la prensa.
Tras el asesinato, varias organizaciones periodísticas repudiaron la situación y pidieron que se lleve adelante una investigación. "Hago un llamado a las autoridades ucranianas a conducir de inmediato una investigación total", escribió Harlem Desir, representante de libertad de prensa en la Organización por la Seguridad y Cooperación en Europa, en su cuenta de Twitter.
Por su parte, la Comisión para la Protección de Periodistas en Nueva York tuiteó que "las autoridades ucranianas deben conducir una investigación rápida y exhaustiva".
Babchenko, de 41 años, era un fuerte crítico de las políticas del Kremlin, como la anexión de Crimea, su respaldo a los levantamientos separatistas en el este de Ucrania y la participación rusa en Siria.
Las autoridades rusas y ucranianas no tardaron en culparse mutuamente por el asesinato. Anton Gerashchenko, legislador ucraniano que se desempeña como asesor del Ministerio del Interior, escribió en Facebook que los investigadores examinarían "los esfuerzos de las agencias de espionaje rusas por deshacerse de aquellos que intentan decir la verdad sobre lo que sucede en Rusia y Ucrania".
De acuerdo a Gerashchenko, el asesino de Babchenko lo estaba esperando en las escaleras dentro del edificio y le disparó por la espalda cuando salía a comprar pan.
En Moscú, funcionarios y legisladores criticaron a las autoridades ucranianas por su supuesta incapacidad para proteger a los periodistas. Mikhail Fedotov, director del Consejo de Derechos Humanos del Kremlin, dijo que la muerte de Babchenko fue una "clara provocación". El ministerio del Exterior de Rusia señaló en un comunicado que "los crímenes sangrientos y la impunidad absoluta se han vuelto una costumbre" en Ucrania.
En febrero de 2017, Babchenko denunció reiteradas amenazas contra él y su familia y decidió abandonar temporalmente Rusia, se trasladó a Praga y luego a Ucrania. En Kiev trabajaba en el canal de televisión Tatar de Crimea ATR. Estaba casado y tenía una hija.
