Al menos una persona murió y decenas resultaron heridas por un ataque con granada cometido en Adís Abeba en un multitudinario acto de apoyo al nuevo primer ministro de Etiopía, el reformista Abiy Ahmed, que salió ileso.
Según el último balance divulgado por el ministro de Salud etíope Amir Aman en su cuenta de la red social Twitter, el titular etíope de Sanidad, Amir Aman, el ataque dejó un muerto y 156 heridos, de los que nueve están graves.
"El primer ministro era el objetivo"
El primer ministro acababa de terminar un discurso ante decenas de miles de personas reunidas en la plaza Meskel de Adís Abeba cuando se produjo la explosión que causó escenas de gran confusión, constató un periodista de la agencia de noticias AFP. En un video que circula por las redes, se puede escuchar el momento del ataque.
La explosión provocó pánico entre la multitud y un estampida hacia el escenario donde estaba Abiy- con una remera verde-, quien fue evacuado.
"El primer ministro era el objetivo", dijo a la agencia dpa Seyoum Teshome, uno de los organizadores del acto. "Un individuo trató de lanzar la granada contra el escenario donde estaba el primer ministro, pero fue detenido por la multitud" y fue cuando estalló el artefacto. Según el organizador, dos hombres y una mujer fueron detenidos en relación al atentado.
El primer ministro prometió que acciones de este tipo no impedirán a la coalición gobernante, el Frente Democrático Revolucionario Etíope (EPRDF), aplicar su programa reformista.
"Quiero asegurarles que no hay vuelta atrás en Etiopía", subrayó Abiy, quien envió sus condolencias a los allegados a las víctimas y afirmó que los responsables rendirán cuentas ante la Justicia.
"El amor siempre gana. Matar a otros es una derrota. A aquellos que intentaron dividirnos quiero decirles que no tuvieron éxito", agregó.
"La gente que ha hecho esto pertenece a las fuerzas enemigas de la paz. Paren de hacer estas cosas. No tuvieron éxito en el pasado y no lo lograrán en el futuro" declaró luego el primer ministro en televisión, donde denunció "un ataque bien orquestado".
Desde que llegó al poder luego de más de dos años de manifestaciones contra el gobierno que costaron el cargo a su predecesor, Abiy impulsó grandes cambios. Liberó a cientos de presos políticos y abrió el diálogo con la oposición. También inició conversaciones de paz con su rival Eritrea, que se independizó de Etiopía en 1993. Ambos países pelearon una guerra durante dos años por disputas fronterizas entre 1998 y 2000.
Etiopía, de 100 millones de habitantes, fue gobernada mucho tiempo con puño de hierro. Pese a su rápido desarrollo económico sigue siendo uno de los países más pobres del país, según las estadísticas de la ONU.
