Un sábado que parecía uno más en la vida de la familia brasileña Xavier de Freitas se transformó en una pesadilla imposible de olvidar.
Benício, un nene de apenas 6 años, llegó al hospital con un cuadro que no fue considerado grave. Pero una sucesión de errores y negligencias terminó con su muerte y desató una investigación judicial que sacude a Manaos.
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El caso se remonta al 22 de noviembre, cuando los padres de Benício lo llevaron al hospital porque estaba con tos seca y fiebre. Sospechaban que podía tener laringitis.
“Tenía la garganta muy inflamada”, recordó su madre Joice Xavier de Carvalho, en diálogo con el sitio g1.
En el triage, los médicos no detectaron gravedad. Su madre fue la única en entrar con él al consultorio. La mujer contó que la médica le indicó que le darían adrenalina, pero no explicó cómo se la aplicarían.

Un mes antes, el nene había estado en el mismo hospital con síntomas similares y le habían dado adrenalina por inhalación.
Se trata de un tratamiento habitual para la laringitis en chicos, según explicó el pediatra Márcio Moreira del Hospital Israelita Albert Einstein. Pero esta vez, todo fue distinto.
La prescripción fatal y la reacción desesperada
La médica de guardia, Juliana Brasil Santos, le indicó inyectarle adrenalina pura, no diluida, para ser aplicada directamente por intravenosa, en tres dosis que sumaban 9 miligramos.
La familia llevó la receta a la enfermería, donde la técnica Raíza Bentes también se sorprendió: nunca había administrado adrenalina por vía intravenosa en un caso así, pero siguió la indicación médica.
Apenas recibió la medicación, Benício se puso pálido y se quejó de dolor en el pecho. Su mamá entró en pánico y el papá, Bruno, pidió ayuda a los gritos.
Raíza fue a buscar a la médica y le informó lo que había pasado. Según su testimonio, la doctora solo respondió: “Está bien”.

Más tarde, en mensajes de WhatsApp a otro médico, Juliana admitió su error: “El paciente se desmayó. ¡Por Dios! Me equivoqué con la receta””.
Su colega le pidió que monitoree el electrocardiograma y administre el oxígeno. “Ya lo hice. Ayúdenme. Soy yo quien me equivoqué con la receta”, repitió.
En un informe al hospital, la médica volvió a reconocer que le indicó mal la receta a la familia del joven fallecido.
El desenlace: seis paros cardíacos y una familia devastada
Tras la reacción adversa, Benício fue trasladado de urgencia a la sala de emergencias. Aunque estaba consciente, tenía serias dificultades para respirar.
Cuatro horas después, lo pasaron a terapia intensiva. Compartió un rato con su papá, comió algo, pero horas más tarde fue intubado.
“Yo le hablaba internamente: ‘Vamos, hijo. Mejorá esa oxigenación’. Rezaba mucho”, contó Bruno, quebrado por el dolor. El nene sufrió seis paros cardíacos y no resistió.
“Es un dolor muy grande que voy a llevar toda mi vida”, dijo el papá. “Lo que vemos es una sucesión de errores”.

La investigación: negligencia, falta de controles y acusaciones cruzadas
Tras la dramática muerte, la policía investiga fallas en la intubación y la ausencia de control farmacéutico en la unidad.
El presidente del Consejo Regional de Farmacia de Amazonas, Reginaldo Silva Costa, aseguró: “Un farmacéutico habría detectado la sobredosis y pedido revisar la prescripción”.
El comisario Marcelo Martins fue contundente: “Se percibe un error estructural, una cadena de fallas en los protocolos y cuidados. Benício no tuvo ni una chance”.
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Consultado si fue víctima de un crimen, respondió: “Con certeza, un homicidio. La médica emitió una prescripción y no la revisó, algo básico. La técnica de enfermería también podría haber hecho una doble verificación y evitado este resultado”.
Raíza Bentes, la técnica de enfermería, se defendió: “Administré la medicación según la prescripción médica. No tuve ayuda, estaba sola”.
La enfermera leva solo siete meses trabajando y fue suspendida por el Consejo Regional de Enfermería, aunque sigue en libertad mientras avanza la causa.
Su abogado aclaró que solo hablarán al final de la investigación y que actuó siguiendo las indicaciones del hospital.

La médica consiguió un habeas corpus preventivo para no ser detenida durante la investigación.
Su abogado, Felipe Braga, insistió en que hubo una falla en los procedimientos posteriores y en la falta de controles: “Fue una multiplicidad de factores, desde la ruptura de la doble o triple verificación hasta la ausencia de un farmacéutico. No considero que ella haya errado”.
El director médico del hospital, Guilherme Macedo, aseguró que “toda la gestión está trabajando en planes de acción para evitar que algo así vuelva a ocurrir” y que la médica fue suspendida.
El Consejo Regional de Medicina del Amazonas (Cremam) también abrió una investigación ética confidencial para examinar la conducta de la profesional.

El recuerdo de Benício y el pedido de justicia
Benício era hijo único y estaba por cumplir 7 años en Navidad. “Siempre lo vamos a recordar. Era una criatura pura, dulce, obediente. El ser más puro que conocí en la humanidad”, dijo su papá, entre lágrimas.
La familia exige justicia y que la muerte de Benício no quede impune. La investigación sigue su curso y todo el sistema de salud de Manaos quedó bajo la lupa.
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“Ningún padre ni madre lleva a su hijo a un hospital para que muera. Menos aún en la forma en que murió Benício. De esta sucesión de errores, de esta negligencia que presenciamos", afirmó el padre.


