Una mujer encontró a su hijo desaparecido desde hace tres años a través de las redes sociales. Lo reconoció en un video viral difundido por un grupo religioso que brinda asistencia a personas en situación de calle y con problemas de adicciones.
El hecho ocurrió en Tijuana, México. Al darse cuenta de que quien aparecía en el clip era su familiar, Gabriela Romo no dudó en dejar un comentario para poder reencontrarse con él de inmediato. Félix estaba desaparecido desde octubre del 2022 y Gabriela había hecho la denuncia correspondiente ante las autoridades.
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“Quisiera obtener su número, por favor. Ese muchacho es mi hijo. De hecho, hay un acta en la fiscalía de persona desaparecida”, comentó la mujer en el video difundido en Facebook por el colectivo La Patrulla Espiritual. En poco tiempo su mensaje se llenó de reacciones de usuarios que no podían creer la coincidencia.
Félix había sido visto por última vez en la colonia Urbi Villas del Prado, en la Segunda Sección de Tijuana, y desde entonces Gabriela no había tenido noticias del paradero de su hijo que la ayuden a reencontrarse con él, según informó el portal mexicano Diario del Istmo.
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Tras ver el video de la organización, pudo saber que su hijo continúa con vida y encendió las esperanzas de un reencuentro familiar. Sin embargo, no van a poder verse todavía, ya que el joven empezó un tratamiento de rehabilitación y al menos por un mes no podrá tener contacto con nadie.
En el clip se lo observa caminando, desalineado, con una bolsa en la mano, que aparentaba contener algún tipo de sustancia. Desde una camioneta, un grupo de personas le preguntan cómo está, si comió y le anuncian que se ganó una beca en su clínica. El joven rechaza la oferta y se aleja pero ellos lo persiguen hasta convencerlo.
La Patrulla Espiritual, es un colectivo de cristianos que ganó reconocimiento por sus intervenciones a personas en situación de calle con problemas de adicción, a quienes llaman “tazos dorados”, en referencia al potencial que ven en estas personas para cambiar sus vidas, comparándolos con esos objetos coleccionables que, al ser dorados, son raros, valiosos y con potencial de cambio.
