Esta mañana en el Palacio San Martín se dio inicio a la primera de las dos jornadas en las que se desarrolla una nueva cumbre del Mercosur. La Argentina, con la presidencia pro tempore del grupo, es el anfitrión de un encuentro que tiene todas las miradas puestas en la reunión de líderes del jueves, pero que podría dejar importantes definiciones para el futuro comercial del bloque.
La Cancillería argentina, a cargo de Gerardo Werthein, viene trabajando intensamente en los últimos meses con sus contrapartes de Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia para sellar la ampliación de la Lista Nacional de Excepciones al arancel externo común del Mercosur.
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El objetivo de la política exterior argentina era lograr la incorporación de 50 nuevos códigos de productos al listado para avanzar en las conversaciones arancelarias que se mantienen con Estados Unidos. En distintas reuniones previas de cancilleres se manifestó el compromiso en avanzar en esa línea, que terminará de concretarse durante el encuentro en Buenos Aires.
La Casa Rosada espera que este sea el empujón que a la Argentina le falta para terminar de cerrar el acuerdo comercial que paralelamente se negocia con los representantes de Donald Trump. “Estamos muy cerca”, se mostraron confiados en diálogo con TN distintas fuentes oficiales que siguen muy de cerca el tema. Hay expectativa del Gobierno y de las cámaras empresarias para que la conversación con Washington termine en el corto plazo.

La Cancillería argentina será sede de otro importante anuncio que se empezó a negociar en 2017: el acuerdo comercial con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, por sus siglas en inglés), que integran Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein.
Finalmente, los cancilleres del Mercosur anunciaron este miércoles la finalización del tratado de libre comercio con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA).
“Creará un área de libre comercio de casi 300 millones de personas con un PIB combinado de más de US$4,3 trillones. Ambos lados se beneficiarán de mejoras de acceso a los mercados para más del 97% de sus exportaciones, lo que se traducirá en un incremento del comercio bilateral y ventajas para empresas e individuos”, informaron desde Cancillería.
Según indicaron, el tratado cubrirá comercio de bienes, comercio de servicios, inversiones, derechos de propiedad intelectual, compras públicas, competencia, reglas de origen, defensa comercial, medidas sanitarias y fitosanitarias, obstáculos técnicos al comercio, asuntos legales y horizontales, “incluyendo solución de controversias, y un capítulo de comercio y desarrollo sostenible con su correspondiente Entendimiento”.
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Por su parte, el ministro de Economía, Luis Caputo se reunirá con sus pares de los países miembros del Mercosur y con los respectivos presidentes de los bancos centrales. A él le seguirá el ministro de Relaciones Exteriores, Gerardo Werthein, con su contrapartes.
La atención estará puesta en el jueves, donde Javier Milei recibirá formalmente a los presidentes de la región. Será el primer encuentro cara a cara del presidente argentino con Luiz Inácio Lula da Silva. Hasta el momento ninguna de las partes confirmaron que esté planificada una reunión bilateral entre ambos.
Si bien se espera que la Argentina adopte el tono crítico que viene teniendo sobre el rumbo económico del Mercosur y la actualización que necesita, Milei y Werthein buscarán mantener una posición pragmática -como hizo el mandatario argentino durante la cumbre del G20 en Río de Janeiro- para avanzar con la incorporación de los 50 códigos de productos.
En un contexto de incertidumbre global, se descuenta que habrá una mención específica a la necesidad de avanzar con la ratificación del tratado de libre comercio con la Unión Europea (UE). Bruselas enfrenta presiones políticas internas de países como Francia, pero cada vez toma más fuerza la posibilidad de “dividir” el acuerdo para que pueda entrar en vigencia rápidamente la cuestión comercial, que es potestad de la Comisión Europea.