El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este martes que Israel aceptó los términos de una propuesta para un alto el fuego temporal de 60 días en Gaza. La iniciativa, de concretarse, marcaría uno de los avances más relevantes en el plano diplomático desde el recrudecimiento de la guerra en la Franja.
Desde su cuenta en la red Truth Social, Trump instó a Hamas a sumarse al acuerdo y lanzó una advertencia contundente: “Espero, por el bien de Medio Oriente, que acepten este acuerdo, porque no va a mejorar, sólo va a empeorar”.
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El mandatario norteamericano señaló que sus enviados mantuvieron una reunión “productiva” con representantes israelíes y confirmó que serán Egipto y Qatar quienes presenten la propuesta definitiva a la organización palestina en los próximos días.
Además, anticipó que durante la tregua se avanzará en negociaciones para poner fin al conflicto de manera definitiva.

El contexto político que rodea el anuncio es complejo. Trump, que se prepara para recibir al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en Washington la semana próxima, había prometido “ser muy firme” en su trato con el mandatario israelí.
Sin embargo, remarcó que ambos comparten el objetivo de detener la guerra. “Netanyahu quiere terminar el conflicto. Yo también. Pero debe hacerse con inteligencia”, expresó.
El ministro israelí de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, estuvo este martes en la capital estadounidense para reunirse con funcionarios de alto rango de la administración Trump.
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Otra línea de negociación involucra a Irán, con quien hubo contactos por canales tanto directos como indirectos. De esas gestiones participaron el vicepresidente JD Vance, el secretario de Estado Marco Rubio y el enviado especial Steve Witkoff.
La administración de Trump sostiene que el bombardeo estadounidense contra objetivos iraníes fue clave para que Israel aceptara un alto el fuego, y que el rol del gobierno qatarí fue decisivo en la mediación.

El canciller iraní declaró públicamente que su país detendría los ataques si Israel hacía lo mismo, aunque persisten dudas sobre la influencia real del líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei, quien había dicho que Irán “no se rendirá”.
Mientras tanto, el tablero diplomático sigue en movimiento. Con la guerra en Gaza aún activa y miles de civiles atrapados en la crisis humanitaria, todas las miradas están puestas en la respuesta de Hamas. Si acepta el alto el fuego, podría iniciarse una nueva etapa de negociación. Si lo rechaza, la amenaza de una escalada bélica, según las propias palabras de Trump, no hará más que crecer.