Juliana Marins murió tras caer en un volcán en Indonesia el pasado sábado 21 de junio. La brasileña de 26 años estaba haciendo senderismo por Rinjani cuando sufrió un accidente que la hizo descender unos 300 metros.
Unas horas después de la caída, un dron enviado por los excursionistas que estaban con ella en el lugar, obtuvo imágenes que la mostraban viva. Pero el auxilio demoró cuatro días en poder alcanzarla y fue demasiado tarde: Juliana había muerto.
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TV Globo entrevistó al rescatista que logró llegar hasta Juliana. Hasta el momento no habían podido hacerlo porque la joven había caído en una zona de difícil acceso y los equipos de rescate con los que contaban no eran suficientes para alcanzarla.
Finalmente, uno de los escaladores arriesgó su vida para poder asistirla. Sin embargo, el panorama no fue el que esperaba. En diálogo con el citado medio, el hombre reveló: “El peor momento fue cuando vi a Juliana, porque esperaba que todavía estuviera viva”.

La turista había llegado a Indonesia después de haber pasado por Filipinas, Vietnam y Tailandia, en un viaje como mochilera por Asia.
De qué murió Juliana Marins
Este viernes, se dieron a conocer los resultados de la autopsia y se supo que la joven publicista murió por un traumatismo contundente, que le provocó daños en los órganos y hemorragia interna.
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“Encontramos arañazos y abrasiones, así como fracturas en el pecho, el hombro, la columna y el muslo. Estas fracturas óseas causaron daños en los órganos internos y hemorragias”, declaró el viernes a la prensa la experta forense Ida Bagus Alit.

La principal causa de muerte fueron los heridas en la caja torácica y la espalda, precisó el forense Además, consideró que la muerte “ocurrió poco después de las lesiones”.
Entre otros indicios, Marins tenía una lesión en la cabeza, pero ningún signos de hernia cerebral, que suelen ocurrir entre varias horas y varios días después del traumatismo. De igual manera, en el tórax y el abdomen, hubo una hemorragia importante, pero ningún órgano mostró signos de retracción que indicaran una hemorragia lenta.
Además, el cuerpo de la joven brasileña no presentaba signos de hipotermia.